No habrá sorpresas de última hora en el mercado de invierno en Anoeta

Mientras muchos clubes de LaLiga viven inmersos frenéticas y agobiantes días de negociaciones de ultima hora para tratar de reforzar sus equipos para la segunda parte del calendario, la Real Sociedad observa todo desde un relajado segundo plano, con los deberes hechos, y sin esperar ningún movimiento a contrarreloj para cerrar una operación que se haya alargado más de lo debido.

No habrá sorpresas en estas últimas horas del mercado de fichajes de invierno en la Real Sociedad. La plantilla realista está cerrada y con lo que tiene a día de hoy, Imanol Alguacil tendrá que tirar hasta el final de la presente temporada. Ha cerrado esta ventana de fichajes el club donostiarra con dos refuerzos y una salida. Aunque las dos entradas se han producido como reacción a dos circunstancias imprevistas. Porque la idea inicial del Director de Fútbol, Roberto Olabe, era no tocar la plantilla y mantenerla hasta el final.

Primero llegó la petición de salir de Cho, que fue traspasado al Niza por diez millones de euros. En su lugar tuvo que ficharse a Becker a cambio de tres millones de euros al Unión Berlín. Y cuando parecía que no se iba a tocar nada más, llegó la desafortunada lesión grave de Aihen Muñoz. El club donostiarra se vio obligado a reaccionar con celeridad y de urgencia se cerró la cesión de Javi Galán por el Atlético de Madrid hasta final de temporada.

Y aunque parece que ha sido una ventana tranquila en las oficinas de Anoeta, más allá de esas dos operaciones, la realidad entre bambalinas ha sido bien distinta. Porque se han recibido llamadas preguntando por unos cuantos jugadores. Diferentes clubes se han interesado por la situación de Merino, Zubimendi, Kubo, Sadiq, André Silva y Carlos Fernández. En ningún caso se han escuchado propuestas por parte de la Real, y tampoco los futbolistas han querido saber nada en este mercado. Así que con 25 jugadores se queda Imanol, incluido Aihen Muñoz, a quien no se le ha dado la baja por lesión de larga duración, por lo que Martín Merquelanz, en pleno proceso de readaptación tras su calvario con las lesiones, se queda sin dorsal y no se le podrá aprovechar en caso de extrema necesidad, pese a tener contrato en vigor.