El dinero que tienen los Williams en el banco

Iñaki y Nico Williams han sido protagonistas hoy en el programa ‘La Resistencia’, que presenta David Broncano en Movistar+, donde han hablado de forma distendida de cuestiones de actualidad o de sus gustos y su vida personal. Los futbolistas han cumplido el sueño compartir equipo y se ven “como si estuviéramos jugando en el FIFA”. Los invitados que militan en el fútbol de élite suelen ser sometidos a un cuestionario sobre su patrimonio. “Tengo menos dinero que mi hermano, entre medio millón y un millón y medio”, lanzaba Nico tras pensárselo mucho. “Yo, más de 20 millones”, apostillaba Iñaki. Ha habido pullitas, claro para fomentar el show, que es de lo que se trata en este espacio, tales como el sexo mantenido en las últimas semanas.

El hermano pequeño mostró su respeto al internacional ghanés. “Nunca voy a estar su nivel”, para a continuación ponerse desafiante: “Este año lo estoy haciendo mejor que él”. Le recogió el guante sin llevarle la contraria: “Nico ya no es el hermano de Iñaki, la tortilla se ha dado la vuelta y yo soy el hermano de Nico, estoy muy orgulloso de verle crecer, de cómo se convierte en un hombre y cómo triunfa”.

Sin borrar la sonrisa de su boca, el 9 ironizaba con aquello de “hemos hecho cositas, somos campeones”, en alusión a la Copa recién conquistada, mientras no dejaba de mostrar su admiración por el más joven de la familia: “A mí me hicieron por necesidad, pero a él, por gusto, ¡mira qué cara!”. Su madre María siempre está presente en todos los pasos que dan. Su padre permanece en un segundo plano. Vive muy intensamente lo que hacen las ‘panteras’ rojiblancas, y por la tensión se fue a dormir a la conclusión de la final de La Cartuja, “y no lo vimos hasta el día siguiente”.

Iñaki se casa este año. Hace siete se fue de casa para independizarse, pero no pierde el contacto con la familia. Suele ir de vacaciones con Nico y este verano lo van a tener complicado, por la Eurocopa y los Juegos Olímpicos, en los que tiene todas las papeletas de estar el joven extremo. “A comer palomitas y disfrutar”, se relame. De la celebración en la gabarra se carcajeaban con la efusividad de Unai Gómez y de que en realidad todos iban “como atunes” tras beber cervezas. “Casi ganamos borrachos al Villarreal”, se desternillaban.

“El Athletic compite con los suyos y en muchas circunstancias se siente envidiado por otros”, remarcaba más en serio Iñaki. Por último, lamentaron el episodio de racismo vivido por el 11 en el Metropolitano, por parte de una minoría. de hecho, el instigador de los gritos de mono ha sido identificado, es socio colchonero y ahora se espera que le prohíban entrar en el estadio. “Una pena que pasen estas cosas a día de hoy; más que por mí, miro por los chavales más indefensos, yo soy lo que siempre soñé, pero para ellos seguro que es peor”, lanzaba Nico. Iñaki ponía su firma de veterano: “Somos ídolos para muchos niños y para muchas personas, referentes... vamos al campo a hacerlo lo mejor posible. No me imagino ir al teatro a insultar, parece que todo está permitido en el fútbol. Hay que intentar cortar esto de raíz y poner multas ejemplares”

Por último, hablaron sobre la discusión tras el partido ante el Alavés. Una riña entre hermanos que pasa en las mejores familias. “Vaya fumadita que te has pegado”, le espetó Iñaki. “Pues más que me voy a fumar”, confiesa su hermano que le contestó. Su madre intercedió: “Nico, tú tienes que respetar al hermano mayor”. Y este acabó llamándole para decirle “que le quería mucho”. “Vive lejos”, se reía el pequeño aludiendo a que ya no están bajo el mismo techo. “Tampoco le aguanto”, remata el ‘9′ de cachondeo.

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