Vinicius sale reforzado
En diez meses ha pasado del “no me sorprende que no me llame Brasil”, a ser el líder del equipo, junto a Neymar. “Son el arco y la flecha”, dijo O Globo tras su exhibición ante Ghana
A dos meses del Mundial, se presenta una nueva Brasil. Con dos tronos, con dos líderes: Neymar y Vinicius. El madridista ha confirmado que su paso adelante en el Madrid tiene un bis en la Canarinha. Y desde la prensa de su país ya se deshacen en elogios hacia el futbolista que, tras mucho tiempo empapado por las aguas del runrún, por fin ha aterrizado. Porque la historia de Vinicius con Brasil no estaba siendo un cuento de hadas: tardó 12 partidos en hacer su primer gol, pasaron dos años desde su debut hasta su primera titularidad y no marcó en toda la Copa América (perder la final ante Argentina, para colmo, echó más leña al fuego). Se le señaló y las críticas fueron feroces; pero ahora son historia. Punto y aparte.
Porque este Vinicius es otro Vinicius. Para algunos mejor; para otros peor. Pero resulta innegable que el futbolista es diferente a aquel joven de apenas 18 años que aterrizó en Madrid el verano de 2018. Se ha reforzado a nivel mental (su entorno asegura que ahora, además de a los rivales, también regatea a las críticas), rezuma confianza en sí mismo y no rehuye de los galones. De hecho, los empieza a buscar. Esa versión ya ha llegado a Brasil. Todo cambió el 12 de noviembre de 2021, la noche que la Canarinha certificó su billete a Qatar 2022: Vinicius, que entonces era suplente y hasta -a veces- no convocado, salió en el descanso y se lució ante Colombia (1-0).
Huracán
Dejó tales sensaciones, que desde entonces ha sido titular en todos los partidos oficiales (salvo la última jornada ante Bolivia, donde fue liberado, como Neymar). La delantera era Neymar-Gabriel Jesús-Raphinha... pero a Tite le nació el dilema. Y su solución ha sido inventarse una nueva Brasil. Instaurar una revolución, de hecho: Neymar ha dejado la banda izquierda y ahora forma parte de la línea de tres centrocampistas (4-3-3), transitando entre el costado izquierdo y la mediapunta. Ha recibido libertad para moverse y el gran beneficiado de ello ha sido Vinicius, al cual oficialmente le han entregado la banda izquierda. La fórmula propicia que ambos, a veces, se junten pegados a la cal para hacer un dos contra uno que ha enamorado a su país.
Así lo recogieron este sábado los medios deportivos nacionales. “Son el arco y la flecha de Brasil, una dupla que lideró al nuevo quinteto mágico (ellos, Raphinha, Paquetá y Richarlison, el gran favorito a ser delantero centro de Qatar). Con Neymar liberado, Vinicius demostró todo el peligro que atesora cuando tiene metros para correr y espacios para recibir en profundidad. Y la sensación es que aún no se entienden al 100%, lo cual ilusiona aún más”, recogió O Globo. Vinicius, que recientemente marcó su primer gol oficial (a la 12ª llegó la vencida), no encontró tesoro en el amistoso de Le Havre (3-0), pero sí salió reforzado. Dio un golpe sobre la mesa, presentó oficialmente su nuevo tándem con Neymar y confirmó que ya es indiscutible con su país.
La noche fue un impulso más a nivel anímico tras una semana ajetreada por los insultos racistas sufridos -según LaLiga, por unos 500 aficionados- en el Cívitas Metropolitano. Brasil también le arropó en este sentido, desde aficionados anónimos hasta leyendas, como Pelé o Dani Alves. “Señores, el verdadero problema es que Europa está lleno de racistas y no aceptan que otras nacionalidades destaquen más que ellos”, dijo este último. Su nuevo gran socio en la Canarinha, Neymar, llegó a escribir: “¿Soy el único que se ha levantado con ganas de que Vini marque?”. Fue uno de los más activos durante la polémica por sus bailes, promoviendo el hashtag #BailaViniJr. Pese a que llevan años coincidiendo en convocatorias nacionales, es ahora cuando están empezando a hacer migas de verdad. A estrechar lazos y entenderse sobre el césped. Ante Ghana, la prueba. Y a la vez, sólo el aperitivo. Hace diez meses reconocía a la SER que entendía las no llamadas de su selección: “No me sorprende. Hay jugadores con más experiencia y yo soy muy joven. Pero claro que me gustaría estar en el próximo Mundial”. Diez meses dan para mucho; incluso para que te cambie la vida.