MIGRANTES DEL BALÓN

El español Ricardo Rodríguez, a 90 minutos de la gloria en Champions

El técnico de Urawa luchará por convertirse en el primer entrenador español en una final de la Champions League de Asia. “Sería el premio más grande de mi carrera”, dice en AS.

“Tenemos por delante un reto de envergadura que asumo con responsabilidad, ilusión y confianza. Los objetivos son muchos, pero uno de los más importantes es hacer crecer a los jugadores y que la gente disfrute con el juego y el estilo del equipo”, dijo Ricardo Rodríguez (Oviedo, 1974) en su presentación como entrenador del Urawa Red Diamonds. Año y medio después ha conquistado dos títulos (Copa del Emperador y Supercopa) y se encuentra a 90 minutos de alcanzar la final de la AFC Champions League, la máxima competición de clubes de Asia. “En el club se percibe una alegría contenida. Si ganamos lo celebraremos; ahora estamos concentrados y con los pies en la tierra”, descubre Rodríguez en AS horas antes de recibir al Jeonbuk surcoreano en las semifinales de la Liga de Campeones asiática. “Hay partidos que marcan, como la final de la Copa del Emperador o la Supercopa, pero jugar una final de Champions sería el premio más grande de mi carrera”, añade un Ricardo Rodríguez que, tras pasar por España, Tailandia, Arabia Saudí y México, donde dirigió la escuela del Real Madrid, ha convertido a Urawa en una máquina de jugar al fútbol.

En la AFC Champions League, Urawa promedia 3,6 goles por encuentro. Fue el equipo más goleador de la fase de grupos (20) y superó los octavos y los cuartos de final ‘destrozando’ (5-0 y 4-0 respectivamente) a Johor, campeón malasio, y Pathum United, mejor equipo de Tailandia en 2021. “Estamos en nuestro mejor momento”, descubre Ricardo Rodríguez, cuyos pupilos lideran multitud de estadísticas en Champions. Urawa Red Diamonds es el segundo equipo con mayor posesión (64,3%), el que más remata a puerta (16 veces cada 90 minutos), el segundo que más centra al área (19/90′), el que más regatea (27/90′ con un 58% de éxito), el que más pases da (570/90′) y el que más balones toca dentro del área contraria (29/90′). También es el segundo que menos remates concede (6/90′), aunque los números no serán suficientes para derrotar a un Jeonbuk que alcanzó las semifinales tras imponerse en la prórroga al Vissel Kobe de Andrés Iniesta: “Tengo una idea bastante formada del rival, pero aún hay tiempo para seguir analizándolo. Los equipos coreanos siempre son difíciles, pero si seguimos haciendo lo que nos ha traído hasta aquí seremos capaces de resolver la situación”.

La eliminatoria se disputará a partido único y en el campo de Urawa (Saitama), que actuará como visitante pero tendrá el apoyo de la grada. “Para mí, jugar en casa es como jugar con uno más porque los aficionados apoyan desde el primer minuto. Para el rival no es fácil no es fácil jugar 90 minutos en nuestro estadio. Son los mejores fans de Japón y posiblemente los mejores de toda Asia”, valora Ricardo Rodríguez, que no se siente incómodo con el papel de favorito: “El factor campo ayuda y el rendimiento que estamos dando invita al optimismo. Jeonbuk nos va a poner las cosas difíciles porque tiene armas para derrotarnos, pero tengo confianza en mis jugadores y todo lo que estamos haciendo. Espero que nos salga un buen partido y podamos darle una gran alegría a la afición”. De ser así, el ovetense se convertirá en el primer entrenador español en alcanzar una final de la AFC Champions League. Raúl Caneda, con Al Ittihad en 2012, y Xavi Hernández, a los mandos de Al Sadd en 2019, disputaron las semifinales pero no fueron capaces de alcanzar el partido por el título.

Larga espera hasta la final

Gane quien gane en semifinales, la final de la AFC Champions League, que sí será a doble partido, no se disputará hasta febrero de 2023. De hecho, el vencedor del duelo entre Jeonbuk y Urawa no conocerá su rival hasta dentro de seis meses, momento en el que los clubes de la región oeste disputarán las eliminatorias de octavos, cuartos y semifinales. “Es un poco raro. Son cosas que no entiendo muy bien. Nunca había visto algo así, pero son las normas”, descubre un Ricardo Rodríguez centrado en disfrutar del momento y buscar la excelencia de un equipo que ya acapara elogios de todo tipo en Asia. Urawa, que fichó al español para recuperar la grandeza que le llevó a ganar la Champions en 2007 y 2017, es el único equipo japonés en la máxima competición continental y tan solo ha perdido uno de sus últimos 12 encuentros. “La idea es alcanzar la final y centrarnos en los últimos nueve partidos de liga para meternos arriba y luchar por ganarla el año que viene”, sentencia un Ricardo Rodríguez ambicioso. 90 minutos le separan de la gloria.

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