Míchel se queda en los huesos
El técnico va perdiendo cada vez más crédito. La derrota ante el Getafe, dolorosa. Es el peor Girona, tras sumar solo siete puntos en las primeras 11 jornadas, de su historia en Primera.
El Girona sigue cayendo. La oscuridad de su túnel parece no tener fin y la derrota del pasado viernes ante el Getafe (2-1) solo hace que poner más piedras en una mochila que se está poniendo pesadísima. Y Míchel se empieza a resentir. El crédito del técnico es cada vez menor y es que la situación es muy preocupante. El equipo rojiblanco únicamente ha sumado siete puntos en las primeras 11 jornadas y la paciencia se acaba. Asentarse en descenso, y en el último puesto de la tabla, asusta.
El ambiente cada vez está más enrarecido pese a que Arnau Martínez, tras caer ante el Getafe, comentó que “la derrota nos hará más fuertes”. Este curso, el bloque rojiblanco solo ha sido capaz de ganar un partido y llevar siete puntos de 11 es un bagaje muy pobre. Los rivales juegan ya con la presión del equipo y Míchel empieza a estar maltrecho. La dinámica es preocupante y es que se arrastran los malos resultados del pasado curso, cuando se sufrió, y mucho, por mantener la categoría. El discurso se agota y los números no engañan: es el peor momento de Míchel como técnico del Girona en Primera. Pero es que también es el peor momento del bloque gerundense en la máxima categoría del fútbol español. Estos siete puntos de 11 posibles es la peor cifra en Primera del Girona. La 2022-23, también, con Míchel se cosecharon nueve puntos de 33. Aunque por aquel entonces el grupo transmitía más vida. El récord, positivo, de puntos tras 11 partidos son los 28 puntos de la idílica campaña 2023-24. La racha actual, claro, la peor.
Míchel no peligra ahora mismo. Tiene la confianza de la directiva y del vestuario. Aunque no se puede alargar en el tiempo la mala racha. El próximo sábado, ante el Alavés, será, sin duda, una “final”. El técnico vallecano es el primero que quiere reconducir la situación y, como mínimo de puertas hacia fuera transmite confianza: “Llevo cinco años y siempre he tenido la confianza del club y la seguridad de que estamos en el mismo proyecto. Veo al equipo que va a ir a más y nos marcaremos cada partido como una final. Tengo fortaleza y en ese aspecto estoy mejor que nunca. Veo al equipo con la capacidad de seguir de aquí, lo tengo claro. Ahora estoy de bajón, pero tengo la sensación de que iremos a más y seguiremos trabajando los pequeños detalles porque son los que marcan los partidos y no estamos sabiendo ponerlos a nuestro favor”. Las victorias deben llegar ya.
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