Test en el Romano
El Mérida busca sus primeros puntos ante un Deportivo que se pone a prueba fuera de casa. Ambos equipos, con un partido menos por el caso DUX.
Mérida y Depor se vuelven a ver 24 años después. La última vez que se enfrentaron fue en Primera, una diferencia sustancial con el partido de este domingo. La igualdad histórica entre ambos es total. Seis partidos entre Liga y Copa sin empates, con tres victorias para cada uno y cinco goles a favor para ambos. Coruñeses y extremeños también coinciden en otra cosa: son los dos equipos a los que les ha tocado pagar el pato con el caso DUX y solo han disputado un partido. Ahí llegan las diferencias. Derrota de los de Juanma Barrero en su visita al Linares (2-0), remontada blanquiazul ante la Balona en Riazor con triunfo bajo el sello y de un inspirado Mario Soriano (2-1).
Con ese subidón final y las buenas sensaciones del segundo tiempo, los de Borja Jiménez se retan para sumar su segunda victoria consecutiva y dar un paso al frente fuera de casa, uno de los debes de la segunda vuelta de la pasada temporada. Para ello, el técnico coruñés apostará por la continuidad en el once con la previsible novedad de Rubén Díez en lugar de Narro, todavía justo tras un esguince. El Mérida, por su parte, también seguirá con el mismo bloque con el objetivo de que el estadio Romano sea la primera piedra para lograr la permanencia.
La expedición deportivista partió el sábado por la mañana rumbo a Mérida con parada en Zamora para repartir los kilómetros y realizar allí el último entrenamiento. En el autocar viajaban por primera vez los dos últimos fichajes (Svensson y Pablo Martínez), otra cosa es que tenga minutos ante los extremeños. La otra preocupación, al margen del palizón de kilómetros, son las altas temperaturas. El encuentro, que se debía jugar el sábado a las 21:30 horas, pasó al domingo a las 12:00 por culpa de un concierto y el termómetro podría superar los 30 grados.