Ser o no ser en A Malata

A Malata se prepara para vivir este domingo (19:00 horas) un partido grande, de esos que puede marcar el destino de los contendientes. La mirada de Deportivo y Racing de Ferrol, tercer y cuarto clasificado respectivamente, está puesta en el ascenso directo y la victoria parece inevitable para mantener vivo ese sueño. Los coruñeses están a cuatro puntos del liderato, los ferrolanos a seis, pero con un partido aplazado ante el Córdoba. Todo un ser o ser para mantener la cabeza alta de cara a las seis jornadas que restarán cuando el colegiado Román Román pite el final. Derbi de seis puntos, los tres que ganas y los que deja de sumar tu rival, con el golaverage de propina final. Si la importancia del duelo parecía pocas, la victoria del Castilla ante el Celta B deja claro que quien no se suba al tren ahora puede que no llegue a destino.

La expectación por el partido ha quedado patente con la enorme demanda de entradas, tanto desde Ferrol como desde A Coruña. Las 2.000 localidades para los visitantes se quedaron cortas, con unas peticiones que duplicaron la oferta. Los locales agotaron el papel el martes para que A Malata presente un llenazo histórico acorde con lo que hay en juego. Los argumentos para que la afición local sea optimista son muy sólidos. Una sola derrota de su equipo en los últimos doce encuentros, precisamente el último en Mérida, y sin perder en casa desde el 17 de diciembre (Alcorcón). Lo contrario ocurre con la visitante, que viaja y viaja pero que solo ha visto una victoria del Depor fuera de casa en todo el 2023 (6 puntos de 21 posibles). Claro que el vaso se puede ver también medio lleno porque los coruñeses no han perdido ninguno de los cuatro derbis gallegos que han jugado esta temporada.

Las armas de Cristóbal Parralo para el derbi de las Rías Altas parecen definidas por las ideas claras del extécnico deportivista y porque los resultados le están acompañando. El 4-2-3-1 es intocable con los extremos Héber y Carlos Vicente como gran amenaza y la solidez defensiva del bloque como garantía. Menos trasparente es la apuesta de Óscar Cano, que ante los malos resultados a domicilio duda en mantener su clásico 4-3-3 o dar entrada en el once a Max Svensson para aumentar la amenaza y dar consistencia a la presión en campo rival. Lo que no tiene ninguna duda es la presencia del tridente letal que forman Soriano (7 goles), Lucas Pérez (8) y Quiles (13). El reto de los delanteros, como el de todo el equipo, será subir la producción fuera de casa, porque de los 44 goles que suma Deportivo solo 14 fueron lejos Riazor.