Nico Paz es una realidad
El hispano-argentino dio la victoria a los de Raúl con dos goles. El segundo, de quilates. Sacó adelante un partido que el Antequera obligó al Castilla a trabajar hasta el final.
El 10 a la espalda y un misil en la pierna izquierda. Nico Paz presentó en Antequera su candidatura para convertirse en el nuevo amo y señor del Castilla. Con dos tantos, le dio la victoria a los de Raúl en un partido en el que los blancos mostraron el oficio que echaron en falta ante el Melilla. Sufrió en la noche de ayer un Castilla que llegaba con la necesidad de ganar para paliar el empate de la semana pasada en Valdebebas. Raúl introdujo dos cambios. Asencio por Marvel y Theo por Álvaro Rodríguez. Permuta, esta última, con el objetivo de reforzar la sala de máquinas ante los despistes que llevaron al equipo blanco a perder dos puntos (2-2) que, por juego, mereció el pasado domingo. Pero esto esto va de resultados, no de méritos. Y el Siete lo sabe.
El Castilla arrancó expectante, presionando arriba pero a la vez, titubeante ante la posibilidad de verse lastimado atrás. La famosa sábana corta en la mente. No obstante, Raúl hizo su apuesta. Con Nico Paz de avanzadilla y Manuel Ángel algo más orillado de lo habitual al costado diestro, el filial madridista quiso asfixiar al Antequera en la salida, pero los de Javi Medina lo tenían claro: ante cualquier riesgo: balón largo y a seguir.
Avisó el Castilla con Gonzalo hasta en dos ocasiones. La primera, con un tiro potente desde la frontal que Iván Moreno repelió con solvencia. La segunda, a través de una internada del madrileño en el área que tras escorarse, quedó en nada. También el Antequera se había asomado al ataque a modo de aviso. Un intercambio, tibio, de golpes que en la segunda mitad fue ganando peso. Destiny enseñó las garras al filo del 50′ con un disparo seco y ajustado al palo diestro de Cañizares, pero fue Nico Paz quien un minuto después hizo del zarpazo, mordisco. Conducción magistral de César Palacios, pase al espacio y disparo certero del mirlo de La Fábrica para desnivelar la balanza. Poco le duró la alegría al Castilla. En el 61′ Ale García ponía el empate con un disparo que se colaba por el palo corto del portero blanco.
Entonces, volvió a emerger Nico. El canterano de moda, el ojito derecho de Ancelotti, para gritar en tierras malagueñas que este Castilla ya tiene líder confirmado. Se puso el disfraz de héroe, de nuevo, para de falta y tras jugada ensayada, dar la victoria al filial con un disparo seco marca de la casa. Apretó en el tramo final el Antequera, pero sin éxito. Tres puntos de oro para los de Raúl que reafirman al equipo en las buenas sensaciones que la pretemporada había dejado.