El once perfecto del Deportivo regresó 20 partidos después

Después de una pretemporada en la que Idiakez trabajó a fondo el sistema 4-2-3-1, el balón comenzó a rodar el 26 de agosto ante el Rayo Majadahonda en Riazor. El encuentro acabó 0-0 con perdón blanquiazul, una gran tarde del meta Dani Martín y un gol legal anulado a Lucas Pérez. Aquel día los coruñeses jugaron con un once que a muchos les recordará el del sábado en Las Gaunas: Germán; Ximo, Pablo Vázquez, Pablo Martínez, Balenziaga; José Ángel, Villares; Yeremay, Lucas Pérez, Davo; y Barbero. Una semana después, el técnico blanquiazul repetía equipo en el Anxo Carro para firmar una inapelable victoria (0-3).

En el partido de Lugo llegó el primer golpe importante al plan. Yeremay tenía que salir del terreno de juego tras recibir una entrada que le provocó la fractura del peroné. No volvería a Jugar hasta el 26 de noviembre. Al siguiente partido, ante el Teruel, Mella ya era titular para cubrir la baja del canario. El siguiente golpe duro llegó en la cuarta jornada, con la grave lesión de Barbero, que no volvería a pisar el césped hasta el pasado 14 de enero. A ello se le sumó la fractura en los huesos propios de la nariz de Mella, que a partir de ahí jugó limitado con una máscara. La nómina de lesionados la completó Ximo Navarro, al que le han perseguido los problemas físicos hasta el inicio de este 2024.

Así, Idiakez perdía a las primeras de cambio a su delantero centro (sin otro ‘9′ puro en la plantilla para reemplazarlo) a su ‘10′ y su lateral derecho titular. Esta última pieza fue la más fácil de restituir, con la entrada de Paris Adot. El resto, ya no tanto. El puesto de delantero se convirtió en un calvario que afectó al rendimiento de Lucas Pérez por su cambio de posición en muchos partidos. Las bandas, con Mella con máscara y que más adelante sufriría una lesión que lo frenó más de un mes, fueron otro quebradero de cabeza. Valcarce y Cayarga no dieron el rendimiento esperado y la solución de Idiakez, que incluso movió la portería con la entrada de Mackay, fue un cambio de esquema al 4-3-3 con Salva Sevilla como compañero de Villares y José Ángel. El equipo no comenzó a mejorar a partir de la jornada 12ª, en la que se ganó a la SD Logroñés (2-0), pero con muchas dudas en su juego y sin lograr asentarse en las victorias: siete partidos sin perder con 15 puntos de 21 como mejor racha.

El lento camino de regreso al origen comenzó con la recuperación de Yeremay. El canario tuvo sus primeros minutos contra Osasuna B (23′) en la jornada 14ª. Al siguiente partido, ante el Barcelona Atlètic, en el que Idiakez se jugaba el puesto, regresó a un once que ya no ha abandonado. En ese mismo duelo reaparecía Mella (20′), que desde la séptima jornada solo había podido disputar 9 minutos por lesiones musculares. El extremo santiagués ha sido el que más ha tardado en aterrizar en el once. Lo hizo hace cuatro jornadas ante la Ponferradina para no bajarse de la titularidad y colaborar en los cuatro triunfos consecutivos.

El exigente mes de enero que esperaba al Deportivo tuvo también la buena noticia de la recuperación de Ximo Navarro, que volvió a jugar tras dos meses lesionado ante la Real Sociedad B (15′). Repitió frente a la Cultural, jugando ya 53′ por la lesión de Pablo Martínez. Como Mella, entró en el once ante la Ponferradina y ya no lo ha abandonado. La última pieza ha sido Barbero, cuya lesión de rodilla le mantuvo fuera cuatro meses y su regreso ha sido más paulatino: Ponferradina (9′), Celta Fortuna (18′) y Fuenlabrada (15′). La sanción a Davo de dos partidos precipitó su regreso al once ante el SD Logroñés, partido en el que jugó 65 minutos a un buen nivel y marcó un gol. Así, 20 partidos después Idiakez ha recuperado su once ideal, que ha llegado para quedarse, en el que solo varía una pieza del inicio de liga: Mella por Davo.