El Madrid blinda a Gabri Valero hasta 2030

El Madrid apuesta por Gabri Valero, con fuerza. Tanta que, según ha podido saber AS, le ha extendido el contrato hasta 2030. Una fecha que no es baladí, por su largo recorrido. Tiene 18 años y queda blindado hasta los 23. Le ven como un futbolista de máxima proyección. Es así. Un jugador diferente, llamativo. Con el regate como carta de presentación, ese que le convirtió en fenómeno viral. “Si hablamos de habilidad pura, de uno contra uno, hay pocos como él”, desliza un buen conocedor de su fútbol. Pero con mucho que rascar bajo esa superficie, bajo esos highlights. Por eso la apuesta tan potente. Porque la confianza desde La Fábrica en Gabri es total.

Y la apuesta, la confianza, es mutua. No pocos equipos han tocado la puerta del joven en las últimas fechas. Algo natural, “porque entra por los ojos”, simplifican quienes mejor le conocen. Que pregunten a Marcelo: “Ahora hay un jugador del Juvenil A del Real Madrid que se llama Gabri. Es top, me gusta. Seguramente va a ser del primer equipo, porque regatea de manera impresionante, como Lamine”. Pero ante el runrún mediático y ante las propuestas se ha aplicado la misma receta, la de la tranquilidad.

Gabri es consciente de que tiene aristas a pulir, trabajo que hacer. Como está haciendo. Que su fútbol necesita añadir más concreción, auspiciada por una mejor toma de decisiones en el tercio final. Para amenazar, como siempre hace, pero ajusticiar más. Como también tiene claro que el Madrid es el lugar ideal para hacerlo. Para aprender y aprehender. Para seguir moldeando el producto. Uno con condiciones “brutales” y “recursos interminables” a la hora de encarar. En Valdebebas saben lo que necesita. Gabri Valero, también.

Y fuera del campo...

Y eso es un aspecto fundamental en la apuesta, en el proyecto común. Más allá de las aptitudes, que lógicamente también, la actitud del zurdo. Consciente y dispuesto. Mirando hacia adelante con humildad. Porque si en el campo es un volcán, fuera de él es un oasis. “Gabri es un diez”, sonríen desde los pasillos Valdebebas. La explosión no ha hecho que sus pies se despeguen del suelo. Apoyado en un entorno que tampoco permite que lo hagan. Que le transmite tranquilidad, que le acompaña. Que es su sostén cuando peor vienen dadas. Y que le ha inculcado la responsabilidad fuera de los terrenos de juego. Como cualquier chico de su edad, tendrá exámenes después de Navidad, porque estudia Economía en la universidad. Solo que en su caso, los tendrá que compaginar con ser futbolista en el Madrid...

Su horizonte

Es lo que volverá a ser a su vuelta de vacaciones. Una vez termine el asueto, Gabri se quedará en casa y regresará Valero. El día 29, cuando Valdebebas reabra sus puertas. Por allí entrará un joven con la confianza potenciada, por esa apuesta del club, por ese 2030 que ahora acompaña a su contrato. Será el kilómetro cero. Ya saben; año nuevo, retos nuevos. O algo así. Y él los tiene.

Seguir afianzándose en el Juvenil A. Con López de Lerma ha sido importante y de manera creciente. Casi siempre titular (12 veces, en sus 16 partidos), recientemente salió de inicio por primera vez en la Youth League. El 14 de diciembre, en el penúltimo del año, estrenó su cuenta goleadora (contra el Leganés). Y por ahí viene parte de la mejora, por que esas apariciones en el marcador adquieran regularidad. Añadir números a los detalles. Para pasar de importante a indispensable. Para, mirando al futuro, empezar a tocar la puerta del Castilla. Pero paso a paso. O, tratándose de él, regate a regate.

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