Castalia reta al Deportivo

Castellón y Deportivo se miden esta tarde en Castalia (18:00 horas) en la vuelta de la semifinal de ascenso a Segunda en una eliminatoria marcada por la igualdad. Los coruñeses parten con una ligera ventaja tras el 1-0 logrado en la ida en Riazor, ya que les valdría el empate para meterse en la final. Pero la línea entre el éxito y el fracaso es tan delgada que a los blanquinegros les serviría para clasificarse una simple victoria por la mínima, ya que tienen el factor cancha a su favor. Eso sí, previa prórroga. Con todo tan apretado, especular con la exigua ventaja o tomarse con cautelosa calma la remontada, podría ser la perdición. Por ello, tanto Rudé como De la Barrera prometieron en la previa osadía controlada, aunque eso habrá que verlo en cuanto se ponga a rodar el balón. Lo que ya saben ambos es que el último escollo hacia Segunda se llama Alcorcón, vencedor de su cruce ante la Real Sociedad B.

Los orelluts se aferran a su estadio como elemento desequilibrante. Castalia presentará un lleno casi absoluto y un ambientazo de final para compensar la histórica entrada que se vivió en Riazor hace una semana. La fortaleza del Castellón no solo está en las gradas, también en lo que ha mostrado el equipo durante toda la temporada con doce victorias en 19 partidos en casa. Argumentos para la confianza, lo mismo que el buen sabor de boca que dejaron los últimos 20 minutos de la ida en Riazor, en los que los blanquinegros dominaron y rozaron el empate. Eso sí, confianzas las justas, porque de los últimos cinco partidos de liga regular en su estadio, solo ganaron uno.

El once de Rudé será prácticamente el mismo que en Riazor, con la posible entrada en la punta de ataque del exblanquiazul Cubillas en lugar de De Miguel. También Rubén de la Barrera apostará por la continuidad, con muchas opciones de que repita el equipo titular de la ida, aunque meditando un plan alternativo para reforzar la media con Isi Gómez. Lo que buscará con total seguridad el técnico coruñés será algunas variantes en las posiciones de sus atacantes para activar a Lucas Pérez y Soriano, sus dos mejores armas, que estuvieron desactivados y casi desparecidos en Riazor. El otro elemento es alejar los fantasmas a domicilio, más psicológicos que reales en un playoff, ya que tras el 1-0 de la ida le valdrían los marcadores de 13 de sus 19 partidos como visitante de esta temporada.