Real Madrid Castilla

Arbeloa, luces y sombras

Su Castilla arranca a trompicones: 6 puntos de 18, puestos de descenso y ninguna portería vacía. La dependencia de Rachad salta a la vista. Los arbitrajes, enmienda a la parcialidad

JAVIER GANDUL
Sergio López de Vicente (Vallecas, Madrid, 1996) es periodista en la sección del Real Madrid de AS. Graduado en Periodismo por la Universidad Rey Juan Carlos, empezó su carrera en la radio, como presentador del programa Ventana Deportiva (107.0 FM) y, desde 2018, trabaja en AS. Además de redactor, es enviado especial y comentarista.
Madrid. Actualizado a

Aunque bien está lo que bien acaba; mal está lo que mal empieza. Y el Castilla de Arbeloa ha arrancado con titubeos. El barco fue botado y aunque de inicio dio apariencia de éxito, a las pocas millas empezó a hacer aguas. Muchas. Y los agujeros se están tapando en plena travesía; ya no queda otra. Sólo van 6 puntos (de 18 posibles) y ni una portería a cero. Con seis goles a favor, en un dato con trampa (el 50% fueron en la última jornada). Cuando mejoraron las sensaciones. Cuando se espantaron algunos fantasmas. Pero el balance, a día de hoy, sigue siendo de algunas luces... y bastantes sombras.

Lo más preocupante está en lo defensivo: es un equipo débil, que siempre encaja. Que no es un desastre, pero no es suficiente. Van nueve goles en contra (el 30% fueron del Tenerife, líder y tirano en la categoría). Y talento, hay. Fortea en el lateral derecho, Joan Martínez como kaiser y Diego Aguado, en el costado zurdo. Dos internacionales y un proyecto de primer equipo. Casi nada. Pero algo falla en los partidos, que siempre hay algún gol en contra. El grupo no es “compacto”, término casi popularizado en Valdebebas. No es sólido... en una categoría donde ser sólido, lo es casi todo.

Arbeloa, con sus jugadores, tras la victoria ante el Lugo.JUAN AGUADO

Seis primeras jornadas

FechaPartido
Jornada 1Castilla 2 - Lugo 1
Jornada 2Athletic B 1 - Castilla 0
Jornada 3Castilla 0 - Racing de Ferrol 1
Jornada 4Osasuna B 1 - Castilla 0
Jornada 5Castilla 1 - Tenerife 3
Jornada 6Ponferradina 2 - Castilla 3

Balance: 6 puntos

La temporada se podría dividir en tres fases. Una inicial, correspondiente a la primera jornada (aquella victoria ante el Lugo). Cuando el equipo llamó a echarle un ojo; pero todo evolucionó en trampantojo. Vinieron cuatro derrotas seguidas: Athletic B, Racing de Ferrol, Osasuna B y Tenerife. Dos en casa y dos fuera. Y lo más preocupante: sólo un gol anotado. Ahí, empezó a entonarse un considerable mayday. Hasta El Bierzo, la Ponferradina. Donde el barco, por primera vez desde ser botado, transmitió cierta flotabilidad. Otras cosas. Victoria (2-3) y sobre todo, remiendo de sensaciones. Carácter y colmillo.

Con Palacios

Se sigue haciendo aguas en defensa; pero en punta, al menos, fue otra cosa. Cortesía de Palacios. Una revolución. Un subidón. Un año y dos meses de romperse el cruzado... la está rompiendo. Arbeloa lo probó como delantero centro, pero su verdadero talento florece en banda. Y ha sido cuestión de tiempo que se haga indiscutible en la izquierda. Desde ahí, pero atacando los espacios del área con alma de killer, firmó un doblete providencial para recuperar pulso. Aún queda trabajo para subir a planta, pero el paciente empieza a responder. El Castilla amaga con despertar.

Palacios, con el Castilla.Instagram

Pero sin Rachad

En concreto, de lo que por momentos fue una pesadilla. Esa racha de cuatro derrotas seguidas y sólo un gol a favor. Una fase sinónimo de una palabra: Rachadependencia. El genio de Torre-Pacheco. Quien el 4 de septiembre sufrió una dura lesión (afectación de un tendón), en un amistoso con España Sub-20. De hecho, debía estar en estos momentos en el Mundial, pero está en la enfermería. Sigue. Y lo que le queda. Van cuatro semanas... y se le estiman, mínimo, tres más. El máximo goleador de la pretemporada −cinco goles− jugó el primer partido y se lesionó. Sin él, el Castilla ha sido menos Castilla. Lo es.

Rachad, antes del amistoso ante el Marbella.Angel Martinez

Enmienda arbitral

Y los números lo reflejan. El estilo de juego de Arbeloa, ese que llevó al Juvenil A a alzar la triple corona (Liga, Copa y Copa de Campeones), no termina de asentarse. Algo falla en esa creación que hace no tanto pareciera un monstruo. Anhela un estilo valiente, de presión alta, amplitud en el campo y poderío ofensivo. No está funcionando. Su enmienda a la parcialidad está en la ausencia de Rachad, el poco rodaje de Palacios... y en las polémicas decisiones arbitrales. Una roja incomprensible a Cestero ante el Athletic B o una posible expulsión al Racing de Ferrol por un codazo a Joan Martínez; por ejemplo. No está teniendo fortuna, en este sentido.

Pero tampoco buen juego. La enmienda sirve para suavizar la crítica. Para minimizar un murmullo que es evidente; inevitable. Hay un dato que es una realidad: el Castilla nunca empata; o gana, o pierde. El problema es que, de momento, está perdiendo más que ganando. Se encuentra en puestos de descenso... con sólo 6 puntos (de 18 posibles). Y tiene plantilla para mucho, mucho más. El barco sigue navegando, mientras intenta tapar los agujeros. Queda mucha travesía; pero la botadura no ha sido buena. Alguna luz... y muchas sombras.

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