Málaga CF, un fenómeno social

El Málaga ha superado todas las expectativas más optimistas en lo que a número de abonados se refiere. Tal es así que el club ha tenido que poner el límite en 26.550, habilitar una lista de espera y hasta hacer un sorteo. Lo nunca visto. Desde los tiempos de la Champions hace más de una década no se recuerda una fiebre malaguista de semejantes dimensiones. Más de 5.000 solicitudes en cuatro horas en la lista de espera para abonarse al Málaga

No es exagerado afirmar que el Málaga Club de Fútbol se ha convertido en un fenómeno social. Y no solo en la capital. También en la provincia. Se ve a mucha gente por la calle con camisetas malaguistas, la blanquiazul o la del 120 aniversario con la emblemática publicidad de Tivoli que lleva a los tiempos de Juanito. Además, las tiendas oficiales también están vendiendo otro tipo de productos asociados con el equipo. No se recuerda algo igual.

Lo más llamativo es no ha sido necesario hacer una campaña espectacular con el clásico vídeo sensiblero con niño emocionado, abuelo llorando, vistas de la ciudad y musiquita de piano. La mejor campaña ha sido el propio Málaga, las imágenes del ascenso, la rúa por la ciudad y el boca a boca. No ha hecho falta hacer locuras para seducir a una gente que ya estaba convencida. El lema de la campaña es sencillo y directo. “Siempre juntos”.

Campañas de todos los tipos

A lo largo de sus 30 años de historia, el Málaga ha tenido que hacer filigranas en todas y cada uno de los planes emprendidos para engordar su masa social. Cuando el Málaga CF ascendió a Primera en 1998-99 Fernando Puche mostró en alguna ocasión su descontento porque la cifra de asociados no era la que esperaba. No superaba los 20.000. Esta cifra se redujo a 12.000 por lo que el Málaga tuvo que recurrir a CP Comunicación para que reactivara un plan revitalizador.

Esta empresa hizo un estudio para analizar las causas de este presunto desafecto. Y en base a ello lanzó una agresiva campaña con anuncios y cartelería en las marquesinas de los autobuses. El eslogan escogido fue ‘Málaga está dormida’. Hubo polémica. Al malaguista medio le picó, para bien o para mal. Se pasó a 20.000 abonados. Eso dio pie a una segunda parte con “Málaga despierta tus colores”. El lema “No somos galácticos” le supuso un premio de los Echo Awards, los premios más importantes del marketing. Los números no se disparaban.

En el verano de 2010 Al Thani llegó al Málaga cargado de promesas y fichajes y en 2011 vino el más mediático de todos ellos, Van Nistelrooy. Con la histórica clasificación para la Champions se alcanzó el cenit de los 26.000. Tras la dolorosa derrota contra el Dortmund la caída fue imparable. En 2017 hubo un sorprendente aumento hasta 24.000 carnés por el tirón del entrenador… que se desvaneció como un castillo de naipes.

En la 2022-23 el Málaga se reforzó con jugadores ilustres como Rubén Castro, Fran Villalba, Ramalho o Manolo Reina, con mensaje optimista del alcalde, Francisco de la Torre. Patrocinio de 1,5 millones: “para ascender a Primera”. Solo 18.000 abonados y decepción del administrador judicial, José María Muñoz, “lo mínimo es que el Málaga tenga 22.000″ se lamentó. No solo voló el ascenso. El equipo descendió.

Antonio de la Torre

Con el Málaga hundido el prestigioso actor Antonio de la Torre, acérrimo seguidor malaguista, participó de manera desinteresada en el spot promocional donde representa a un aficionado solitario en La Rosaleda mientras aparece el también actor Salva Reina representando a un empleado que barre la grada. “No es fácil irse, pero es más difícil pedirle que se quede”.

Aquello cuajó porque puso la primera piedra para parar la caída y llegar a los 20.000 abonos, más que el año anterior. El ascenso, en el recordado minuto 124 hizo el resto. Suma y sigue.

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