Málaga CF: las razones de una caída inesperada

El Málaga ha entrado en un bucle que ha llenado de inquietud a sus aficionados. Se ha declarado el estado de alarma porque en solo cinco jornadas ha caído a los puestos de descenso. Es solo la jornada ocho, de acuerdo. Pero a estas mismas alturas el año pasado Tenerife, Ferrol y Cartagena ocupaban tres de los cuatro últimos lugares. Y acabaron descendiendo. El otro fue el Eldense.

La realidad ha golpeado al Málaga y ha convertido en mala la planificación de Loren Juarros, que había sido calificada como buena por la mayoría de los aficionados y medios de comunicación. Tras una, pretemporada con resultados deslumbrantes (sobre todo el 3-1 al Betis, las cosas se han torcido. ¿Por qué?

Cuando arrancó la preparación de la temporada el Málaga no renovó a Dioni, Kevin y Manu Molina. Fueron llegando Joaquín Muñoz, Adrián Niño, Carlos Dotor y Eneko Jauregi. Parecía que se mejoraba con respecto a la campaña precedente y que Sergio Pellicer podría dar ese soñado salto de calidad.

Pero el 21 de julio y de manera inesperada el Málaga vendió a Nelson Monte al Almería por 400.000 euros. El malaguismo había saludado con optimismo que se pagase un traspaso, siete años después, por un jugador (el citado Niño) porque lo veía como señal de crecimiento y prosperidad.

El traspaso de Nelson trastocó por primera vez la idea de Pellicer, una línea de centrales con el portugués como jefe de la zaga y Pastor por la izquierda. Hubo que resetear y se trajo a Javi Montero, libre tras su abrupta salida del Racing. No era lo previsto, pero nadie puso el grito en el cielo.

Plaga de lesiones

El verano empezó complicado. Alfonso Herrero se perdió algunas semanas por culpa de una brecha en la cabeza y Jauregi no hizo pretemporada porque se lesionó. El delantero no ha aportado nada por el momento y el portero no está siendo el mismo de antes. “Tengo que analizar los errores que cometo” admitió tras fallar contra el Racing.

El estreno contra el Eibar trajo la primera desgracia que empezaría a marcar el mal camino. Un desgraciado choque de Luismi con Montero dejó KO al primero a los 20’. Fractura maxilofacial y varios meses de ausencia. Entonces aquí se detectó que el Málaga no disponía de un especialista de sus características y que Carlos Dotor no es un mediocentro sino un 8.

Y llegó el remate. En el transcurso de un entrenamiento Álex Pastor, que estaba jugando a un altísimo nivel, sufrió la terrible triada. El Málaga se quedó no solo sin mediocentro bregador. También perdió un central. Esto sucedió en el crepúsculo de la ventana de fichajes. Intentó traer a Vencedor, que se fue a Levante.

Sin margen de maniobra, el Málaga trajo a Brasanac y Dorrio, muy fuera de forma, y perdió a Izan Merino (titularísimo). Primero por lesión de tobillo y luego porque se fue al Mundial Sub-20. Así que Pellicer colocó a Juanpe en esa sala de máquinas. El equipo perdió músculo y trabajo sucio.

Aun así, sumó ocho puntos en las primeras cuatro jornadas con dos victorias por sendos golazos de Rafa Rodríguez. Entonces llegó el partido contra el Granada que inició el auge de los de Pacheta y el hundimiento blanquiazul. Se pasó de un 2-0 con marchamo de goleada a un 2-2 y pidiendo la hora. Desde entonces todo ha sido un suplicio.

La lesión de Carlos Puga puso sobre la mesa los problemas del equipo en los laterales con Murillo que ha pasado de cuarto central a remedio ocasional en los dos costados. Las lesiones de Joaquín Muñoz y Niño fueron el canto del cisne. Chupete, la apuesta como ariete. está sobrepasado por las expectativas depositadas sobre él.

¿Y qué pasa con Sergio Pellicer? El club mantiene su confianza en el técnico, que hizo debutar en Santander a Rafita, el canterano número 22 que promociona el de Nules desde que llegó el 14-1-2020. El tema es qué puede pasar en caso de derrota con el Deportivo. El siguiente partido es en Leganés Suena a dos terribles palabras. Ratificación y ultimátum.

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