Málaga-Almería, el amistoso del cambio

Almería y Málaga afrontan un partido que empieza a ser un clásico estival. Un choque de rivalidad regional que volverá en Segunda tras el ascenso de unos y el descenso de otros. Es la primera ocasión en que los respectivos aficionados esperan ver a los fichajes, tres en el Málaga (Álex Pastor, Luismi Sánchez y Roko Baturina) y uno por el lado almeriense (Nico Melamed). Luismi no estará sobre el tapete por culpa de unos problemas musculares. En los de Rubi no estará Embarba, que se ha ido al Rayo Vallecano. Tampoco Appiah, Svidersky y Mendes, en rampa de salida.

Se cumple justamente un año del anterior Málaga-Almería que se jugó en las magníficas instalaciones de Marbella Football Center. Aquel partido disputado el 27-7 2023 dio para mucho. Los malaguistas se encontraban en plena depresión y polvorín institucional tras su descenso a Primera RFEF y los almerienses afrontaban su segunda temporada entre los grandes con ciertas dudas y exceso de prepotencia.

Las alineaciones, vistas 365 después, son significativas. El Almería puso sobre la pista a los siguientes jugadores: Diego Mariño; Pozo, Ely, Babic, Centelles; Edgar, Samú Costa, Robertone, Ramazani, Luis Suárez y Embarba. También jugaron Lázaro, Kaiky, Eguaras, Sousa, Akieme, Chumi, Gui, Marezi y Rojas.

En el lado malaguista participaron Alfonso Herrero; Jokin Gabilondo, Juande, Galilea, Murillo; Genaro, Sangalli; Álex Calvo, Dani Lorenzo, Cristian; y Dioni. También jugaron Kevin, Juanpe, Roberto, Carlos López, Izan, Olmo, Loren, Rafa, Mousa, Jesús Martín, Andrés Caro y Bilal.

El entrenador del Almería era Vicente Moreno, un técnico con buen cartel y éxitos con Nàstic, Mallorca y Espanyol. Pero, desde el minuto uno se veía que algo no cuadraba en aquella pretemporada. Los fichajes no llegaban y el club ponía toda la carne en el asador para cerrar el espectacular traspaso de El Bilal al Atalanta por 28 millones de euros más tres en objetivos que se están cumpliendo.

En la acera malaguista las perspectivas no eran lo que se dice optimistas. Cristian anotó el único gol del duelo y su no celebración irritó a la afición. Un mensaje de que estaba frito por cambiar de aires. El Eibar le fichó por 550.000 euros. También jugó Álex Calvo que estaba en la cuenta atrás de su traspaso al Andorra por 1.100.000 euros.

La pareja de centrales del Almería era de garantías. Rodrigo Ely y Babic. De manera sorprendente Ely fue traspasado al Gremio por 1,5 millones de euros y Babic al Spartak de Moscú por cinco millones. El vestuario se quedó sin líderes y cuando llegó un jefe carismático, Jonathan Viera, ya era demasiado tarde. Ninguno de los centrales que llegó dio la talla. En especial César Montes, que costó 10.5 millones de euros, más 3,5 por objetivos.

Ese partido, desde luego, dio para mucho. A los 67′ Samú Costa, jugador brillante, pero con exceso de temperamento, se encaró con un sector de la grada sin venir a cuento. Para evitar que la sangre llegase al rio Vicente Moreno optó por reemplazarle. Le tuvieron que sacar casi a rastras. Ese día el club tuvo claro que prescindiría de sus servicios. Se fue al Mallorca a cambio de Baba. Tampoco le salió bien.

Ganar aquel amistoso le vino de maravilla al Málaga. Fue el primer oasis en mitad del desierto. Contra todo pronóstico, fue un punto de partida para que la afición tocase a rebato y sintiese que para salir del bronce había que remangarse. Fue la primera señal para recobrar el ánimo. Se puede decir que la actual ‘Malagamanía’ empezó ese 27-7-2023.

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