Los viejos rockeros meten al Sevilla en cuartos

Los viejos rockeros nunca mueren y en el Sevilla, además, valen el pase a los cuartos de final de la Copa del Rey. Porque la conexión entre Jesús Navas e Ivan Rakitic en los albores de la segunda mitad sirvió para dar la victoria a los de Nervión en un encuentro en el que fueron superados en casi todo por el Alavés. Sin embargo, el casi fue lo más importante en el fútbol: el gol. La puntería falló a los vitorianos y coronó a los andaluces en la que fue prácticamente su única ocasión clara en todo el encuentro.

Porque no se habían cumplido ni dos minutos de partido y el Alavés ya había tenido tres córners. La presión de los de Luis García asfixiaba a los de Sampaoli, ayer sancionado y que delegó en Desio, su segundo. También es cierto que los defensas del Sevilla se ahogan en un vaso de agua a la hora de sacar el balón, pero lo de la primera parte perpetrada en Mendizorroza clamó al cielo. Sin embargo, los locales no supieron sacar partido de su superioridad y lo pagaron.

La que probablemente sea la jugada más antigua de la historia del fútbol dio el triunfo al Sevilla. Carrera por la banda de un Jesús Navas que salió fresco tras el descanso y cabezazo preciso a la red de un Rakitic que sabe de sobra siempre hacia donde irán los centros del campeón del Mundo. Era el minuto 48 y el Alavés recibía un golpe inmerecido, pero que no le iba a hacer sacar la bandera blanca. Todo lo contrario.

Entre el empuje local y la impericia visitante para hacerse con el control del partido, el juego enloqueció y el empate siempre estuvo mucho más cerca que la sentencia. Y así fue hasta el minuto 98 en el que acabó en el encuentro, habiendo sacado Dmitrovic instantes antes una mano providencial a Jason y fallando Salva Sevilla un gol cantado en la última jugada. El Sevilla, con muy poco, a cuartos.