MIRANDÉS

Lisci pierde crédito tras la debacle frente al Huesca

Los aficionados del Mirandés despidieron con indiferencia al equipo que cayó goleado en Anduva. Muchos de ellos abandonaron antes de tiempo el estadio.

Miranda de Ebro
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La involución del Mirandés en los últimos partidos, la mala imagen ofrecida contra un rival directo por la salvación, la falta de carácter y el bajo rendimiento de algunos jugadores provocaron un hecho insólito en Anduva: que la hinchada jabata despida con total indiferencia al equipo tras el pitido final del colegiado. Los casi 2.100 aficionados que presenciaron el choque ante el Huesca, en una noche lluviosa y desapacible, se marcharon a casa con absoluta resignación. Un claro síntoma de que algo no funciona.

El Mirandés se ha metido en un buen lío tras encadenar tres derrotas consecutivas. Y aunque el conjunto jabato se encuentra tres puntos por encima del descenso, el juego desplegado no invita al optimismo. Aún así, Alessio Lisci se ve con fuerzas de enderezar el rumbo, pero serán las próximas jornadas las que dicten sentencia. “En la primera vuelta hicimos milagros y quizás muchas personas se hayan equivocado con lo que somos y ahora estamos en un momento de sufrimiento y hay que saber aguantar. Tenemos que seguir, trabajar y volver a ser nosotros. No hay ningún problema. Estamos todos tranquilísimos”, aseguraba ayer una vez finalizado el encuentro.

El técnico italiano necesita que el equipo reaccione de manera inmediata para regresar a la senda correcta. Y la responsabilidad debe ser compartida por cuerpo técnico y plantilla si no se quiere llegar a la misma situación vivida hace dos años, que acabó con la destitución de Lolo Escobar. El preparador pacense, debutante en la categoría de plata, fue destituido después de sumar 7 puntos de 18 posibles en el arranque de la segunda vuelta y encajar dos dolorosas derrotas (4-0 en Huesca y 0-3 contra el Sporting de Gijón). Lisci ha logrado 5 de 21 posibles y las sensaciones son muy similares, por no decir idénticas, a las de aquel entonces con un equipo que no termina de convencer.

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