La trilogía definitiva de Almeyda

Decir que Matías Almeyda se la juega en sus próximos tres partidos quizás sea excesivo, pero no exagerado. Tres puntos de los últimos quince en liza en base a un triunfo contra Osasuna al que han rodeado derrotas con el Mallorca, Real Sociedad, Espanyol y Betis han dejado tocado al argentino. Se mordió la lengua lo que pudo en sal de prensa tras el derbi respecto a sus jugadores, pero insistió en que hubiera hecho los mismos cambios. Cambios que pudieron propiciar una goleada bética.

El foco se ha puesto en Almeyda porque no es la primera vez que su precipitación en los cambios tira al Sevilla al callejón demasiado pronto. Su acierto en las sustituciones tampoco es muy elevado, pero la culpa de ello se puede compartir con el nivel de una plantilla que da para muy poco, aunque sí para más que para lo visto en las últimas fechas.

La visita al Extremadura en la Copa del Rey, a un rival directo como el Valencia el domingo y el recibir a otro contendiente por la permanencia como el Oviedo, dirimirán el futuro de Almeyda. Una hecatombe en Copa sería casi definitiva, pero no sacar puntos contra Valencia y Oviedo harían que Almeyda llegara con la soga al cuello al Bernabéu, donde se juega el último partido de 2025.

Señalado como líder del proyecto y con el cariño de la afición en el bolsillo gracias a sus consecuentes ruedas de prensa, los resultados están comenzando a pesar en su contra. Porque el nivel de la plantilla del Sevilla es más que bajo, pero el entrenador en el derbi no solo no lo elevó, sino que con sus cambios acabó de enterrarlo. Y eso está jugando en su contra.

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