La solidez defensiva es sinónimo de triunfo en los armeros

Después de dos salidas (Valladolid y Tenerife) sin obtener el botín deseado, el Eibar volvió a celebrar una victoria a domicilio gracias a poder blindar su portería. Luca Zidane, que tan solo tuvo que realizar una parada en Andorra, con la ayuda del compromiso defensivo de los azulgranas, echó el candado a la meta que protegía. Ya son 7 porterías a cero logradas por el cancerbero galo en este 2024, 3 de ellas lejos de Ipurua. En esta competición tan pareja, el conjunto eibartarra ha dado con la fórmula para ubicarse en el ascenso directo. Un método que pasa por cimentar una defensa férrea para empezar a fabricar su juego a partir de ahí. En sus últimos 5 triunfos, los armeros no han encajado ni un solo tanto en 4 de esos compromisos.

Con el regreso de Berrocal a la titularidad, Etxeberria alineó en el Principado a su línea defensiva más habitual durante el curso. Tejero, por derecha; el jerezano y Arbilla, como pareja de centrales; y Cristian, en lateral zurdo, ha sido la zaga que más ha convivido sobre el césped. Y el domingo demostraron una vez más el porqué el técnico elgoibartarra confía tanto en sus servicios. Los cuatro defensores no pasaron excesivos apuros para resguardar el área, salvo en la primera acción del segundo acto, cuando un despiste de Arbilla provocó que Karrikaburu se plantara solo ante Luca. Berrocal actuó de urgencia y de manera provincial secó al delantero cedido por la Real Sociedad para neutralizar la ocasión enviándola a córner. Esta fue la oportunidad más clara de un cuadro andorrano abatido ante la muralla defensiva guipuzcoana.

Ni en los minutos finales, donde antes parecía temblarle las piernas a muchos integrantes de la zaga armera, el equipo dio señales de seguridad y confianza. Los jugadores del ‘Gallo’, dándole continuidad a la consigna que tan buen resultado les brindó hace dos compromisos cuando se enfrentaron al Eldense, gestionaron el último tramo de encuentro conservando la posesión y amenazando la portería contraria. Hasta el punto de poder hacer el 3-0 definitivo, si Sergio León no llega a errar en la asistencia que le hubiera dejado solo a Mada ante Nico Ratti. Echando la vista atrás, el Eibar ha sido capaz de mejorar una fase defensiva que hacía aguas con facilidad. Gracias al compromiso competitivo de la plantilla, puede ahora estructurar su juego desde la base. Porque todo el potencial ofensivo que atesoran los eibartarras, sumada a la capacidad para blindar su portería, crean la fórmula de un equipo imbatible.

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