La segunda juventud de Sergio

Está alejado de los grandes focos, no maneja las redes sociales, tampoco se prodiga en las fotos de los goles y hace tiempo que dejó de ser una novedad, pero Sergio Álvarez (Avilés, 1992) siempre está dispuesto a servir al Eibar. A sus 32 años de edad, el pivote asturiano continúa rindiendo a un alto nivel en un club que considera prácticamente como su segundo hogar. Sin hacer de menos a su patria querida, el ‘6′ ha encajado a las mil maravillas en el municipio guipuzcoano, donde ya acumula cinco cursos completados. Este será su sexto, antes de entrar en su último año de contrato. Junto con Anaitz Arbilla, es el único superviviente del Eibar que se instaló en Primera División y, tras los últimos intentos fallidos, aún guarda la esperanza por regresar a la categoría reina.

Siempre ha sido un jugador al servicio del equipo. Nunca ha puesto una mala cara, ya fuera iniciando desde el verde o haciendo lo propio desde el banquillo. Y eso que el ex del Sporting ha vivido situaciones de todo tipo. Pero en la mayoría de las oportunidades ha respondido. Pocas veces ha entrenado en la terna de ser elegido como uno de los mejores jugadores del partido, pese a que su trabajo sea indispensable para llevarse los puntos. Ayer, en un encuentro donde el Eibar no encontró la forma de hacer gol por sus propios medios, Sergio se puso el mono de trabajo y mantuvo la renta que los armeros se habían encontrado gracias al error de Lizoain. “Nos hemos puesto rápido por delante y luego ha habido fases del partido donde ellos han dominado. Nos ha tocado defendernos, pero el equipo tiene muchas variables. Cuando toca defender, tanto alto como en campo propio, lo hacemos sin ningún complejo”, señala orgulloso el ‘6′.

En los dos contextos relatados por el propio jugador, el mediocentro sobresalió tareas de recuperación. En uno de esos robos, esta vez en campo contrario, a punto estuvo de finalizar la jugada en gol por sus propios medios, aunque su disparo fue demasiado centrado. Además, también fue vencedor en la mayoría de los duelos, con un acierto del 90,9%. En una nueva plantilla, reformada con tantos cambios, el avilesino se ha hecho nuevamente con la titularidad. Por delante de ni más ni menos que Peru Nolaskoain. Muchos son los jugadores capacitados para salir desde el inicio. Por eso le va tan bien a este Eibar. “Pese a los cambios, hemos conectado bastante como equipo. Somos gente muy trabajadora, con mucho talento. Sabemos de la exigencia que tiene este club. Todos sabemos que tenemos que estar arriba: la gente que ha venido de categorías inferiores e incluso los que han venido de Primera. Saben que tenemos que trabajar muy duro día a día”, desarrolla.

Después de los tres últimos golpes consecutivos, el combinado armero ha vuelto a ilusionarse con un reto prácticamente idéntico y lo ha hecho en tiempo récord. Para ello, la confección de plantilla ha sido primordial. El hambre de los nuevos integrantes ha casado a la perfección con la sabiduría de los más veteranos. En un proceso que lleva tiempo, según opina el asturiano: “Creo que cada semana el equipo tiene un poco más de complicidad y se está viendo en el terreno de juego. El trabajo se está viendo plasmado. Vamos a ser un gran equipo durante toda la temporada”.

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