La resaca de un triunfo crucial para el proyecto de Rubén Albés

La plantilla del Sporting disfruta de un par de días de descanso. Es el premio de Rubén Albés a sus jugadores tras haber conseguido el triunfo más apreciado por los rojiblancos, que ayuda a crecer al equipo y sobre todo a creer en el nuevo proyecto que conduce el técnico gallego. El derbi asturiano ha dejado varias notas pero, sobre todo, ha resultado crucial en la evolución del conjunto rojiblanco, que recupera la confianza de su afición y le ha dado la vuelta a la situación de incertidumbre creada a raíz de los resultados de los dos primeros partidos de la liga, en casa, frente a Levante y Eldense.

“Esta victoria lo refuerza todo y da confianza para saber que estamos haciendo bien todo lo que hacemos”, resumía Cote al final del partido. El Sporting ya ofreció síntomas de mejoría con el empate en Almería y la victoria sobre el Oviedo han certificado el trabajo que viene desarrollando el equipo, con el crecimiento también de los futbolistas que han llegado para reforzar el equipo.

El debut de Kevin Vázquez fue uno de los detalles que dejo el duelo de la máxima rivalidad asturiana. El lateral gallego disputó los minutos finales del encuentro y en sus botas nació el gol de Campuzano que cerró el marcador. Pero a ese estreno hay que añadir en el resto del choque el mejor partido de Eric Curbelo, la regularidad de Lander Olaetxea --en la doble función de centrocampista y central-- y la progresión de Jesús Bernal, además de la entrega de Jonathan Dubasin y de otros buenos minutos que ha sumado César Gelabert.

Los aficionados disfrutaron con el Sporting en el derbi con más goles en cinco décadas. Las nuevas generaciones no habían visto ganar de forma tan clara a su equipo porque habían pasado casi 23 años desde el 0-2 en el Carlos Tartiere con goles de Raúl Lozano y David Villa. Desde aquel encuentro han pasado 18 partidos de rivalidad y los más jovenes sportinguistas solo habían visto ganar a su equipo tres veces y las tres por un exiguo marcador de 1-0. Éste fue el cuarto triunfo, el segundo consecutivo, que debe refrendar ahora el equipo de Albés.

El derbi también dejó aspectos negativos. En el campo, la lesión de Diego Sánchez, aún pendiente del diagnóstico, pero que cortará seguro el buen comienzo del canterano, titular en las cuatro primeras jornadas. El central tuvo que se retirado en camilla del terreno de juego por un problema en un gemelo después del segundo gol, obra de Cote. Diego Sánchez, que caminaba con dificultad, participó de la celebración del equipo sobre la espalda de Nacho Méndez.

Fuera del terreno, en lo extradeportivo, hay que resaltar el incidente que tiene a Hassan como protagonista. Se investigan los insultos racistas que sufrió el ex futbolista rojiblanco por parte de una aficionada local. También hubo que lamentar la carga policial contra seguidores sportinguistas durante el recibimiento al equipo. Fueron identificados dos aficionados por el lanzamiento de objetos que originaron la intervención de la policía antes de un evento sin afición rival. La esquina reservada a la grada visitante no estuvo desierta; el Sporting invitó a la Asociación de Clubes de Fútbol Base de Gijón que repartieron entradas para ocupar las 570 localidades que rechazaron el Oviedo y sus peñas.

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