REALSOCIEDAD

La Real retoma su camino donde lo dejó

A pesar del susto final, el equipo de Imanol Alguacil recuperó sensaciones tanto de juego como de efectividad. En Cornellá demostró que su tercera plaza no es casualidad al aguantar la presión de sus perseguidores

Joan M. BascuDiarioAS

Parece mentira que la Real Sociedad acabara pidiendo la hora en el RCD Stadium después del tremendo partido que hizo, siendo tan insultantemente superior al Espanyol y ganando 0-3 en el minuto 60 de partido. ¡Pero si hasta hubo aficionados del equipo periquito que abandonaron a partir de la hora del partido el estadio incapaces de aguantar más la inferioridad de su equipo y el bochorno de espectáculo que estaban viendo de sus jugadores! Pero es que la Real había minimizado hasta límites insospechados el caudal de juego del Espanyol, que era como una especie de juguete roto en sus manos. Los de Imanol habían recuperado su mejor versión atacante, generando ocasiones por doquier y, lo más importante, volviendo a aprovecharlas.

Había vuelto la Real en modo apisonadora que se vio frenada por los enfrentamientos contra los más poderosos de nuestro fútbol. Y quedó demostrado que la derrota contra el Valladolid de la semana anterior fue sólo un accidente. Nada más. Por eso es difícil explicar lo que pasó en los últimos diez minutos del partido en Cornellá. La Real dio vida al Espanyol y estuvo cerca de echar por tierra todo su sobresaliente partido. Imanol se quejaba tras el partido de que debían haberse puesto 0-5 y evitar así males mayores. Pero un 0-3 fuera de casa y con la sensaciones de tremenda superioridad que estaban mostrando debía haber sido más que suficiente como para finiquitar el partido.

De hecho, el gol de Darder parece más circunstancial que debido a un despiste o un regalo. El problema es el 2-3, que llega después de un carrusel de cambios más pensando en la gestión de cargas de un plantilla mermada físicamente, con la vista puesta en la cita contra el Celta del sábado. Habrá que hacer el examen de conciencia desde ahí, desde el mantener el mismo nivel de concentración y juego esté quien esté sobre el terreno de juego. Pero aún así es difícil echar la culpa a la Real de que bajara un poco su nivel de intensidad y tensión cuando vas ganando fuera de casa... ¡0-3! La distancia en el marcador era lo suficientemente amplia como para darse un respiro.

Pero es una lección que deberá aprender. Igual es que no se puede. Porque sino puedes poner en riesgo lo que hasta entonces era probablemente su mejor partido fuera de casa en toda la temporada. Era un auténtico rodillo. Y acabó sufriendo de manera inesperada, y puede que hasta injustamente viendo los méritos de unos y otros. Pero así es el fútbol. Y dentro de este nivel de pulcritud al que no está acostumbrando la Real esta temporada, puede que sea una de las pocas lecciones que debe aprender. Porque sino, en otra ocasión y contra otro rival, lo puede pagar caro. Mientras tanto, deberá seguir disfrutando de las 14ª victoria fuera de casa en los 18 partidos que ha jugado fuera de San Sebastián. Es una locura, y es el dato que mejor explica su situación en la tabla. Tercero con 42 puntos. Esto ya no es una broma.

Lo más visto

Más noticias