La euforia inunda Casa Árabe con el histórico pase de Marruecos a semis

Marruecos está reescribiendo la historia y su afición, disfrutando de cada paso dado. Si los pupilos de Walid Regragui dejaban el martes en la cuneta a España —en la tanda de penaltis—, este sábado no tuvieron la necesidad de llegar a eso para eliminar a Portugal, a quien se impusieron gracias a un gol de En Nesyri (1-0). El delantero del Sevilla dejó afónico al centenar de seguidores que se congregaron en la carpa de Casa Árabe y certificó la eliminación de las dos selecciones ibéricas en apenas cuatro días. “Si pudimos con España, también podremos con Portugal”, vaticinó Solaiman Abirkan. Sus pronósticos se han cumplido...

Este partido fue un cóctel de emociones. De los nervios a la alegría. Del silencio al murmullo. Los asistentes pasaron por todos y cada uno de los estados de ánimo. No fue hasta el pitido final cuando la euforia lo inundó todo. Porque el fútbol tiene esas cosas... Hubo gritos, carreras, abrazos entre amigos y también entre desconocidos, cánticos, banderas al viento... Esta victoria bien lo vale. Es la primera vez que Marruecos alcanza unas semifinales de un Mundial. De hecho, es la primera selección africana que llega tan lejos. “¡Vamos Marruecos!”, chillaba un grupo de amigas, luciendo sus colores. Esa fe en sus jugadores no entiende de kilómetros y ha calado en una selección que no se rinde por difícil que parezca el rival.

“Marruecos no era el favorito, pero es un equipo muy bueno”, comentaron algunos de los hinchas que se dieron cita en la madrileña calle Alcalá. Entre ese centenar de espectadores hubo una mayor presencia de público femenino y muchas caras conocidas. Muchos repetían en Casa Árabe, como Zakarias, que vive en Vistalegre. Allí vieron a los suyos vencer a España y decidieron regresar. Por superstición, por diversión... “Orgullo”, era la palabra más repetida entre los asistentes. Y es que, pase lo que pase frente a Francia, Marruecos ya ha hecho historia.