ATHLETIC

El ciclismo vasco, embajador del 125 aniversario del Athletic

Marino Lejarreta y Joane Somarriba recibirán las insignias en representación del deporte de las dos ruedas en Euskadi

AMAIA ZABALODIARIO AS

El Athletic sigue ampliando la lista de embajadores durante su 125 aniversario. Conforman esa relación el golfista Jon Rahm, el pelotari Jokin Altuna, la excapitana y cofundadora de la selección Palestina de fútbol Honey Tahljieh y Thomas Hittzlsperger, exjugador de la selección alemana, que rompió uno de los grandes tabúes del fútbol al reconocer que es homosexual. Y en mayo toma el relevo la afición y el ciclismo vascos. El deporte de las dos ruedas siempre ha formado parte del corazón de los vascos, que el 1 de julio verán partir desde su tierra el Tour de Francia, concretamente desde el mismo San Mamés. Buena parte de Euskal Herria asistirá al pedaleo de la Grand Boucle, con finales de etapa en la propia capital vizcaína, Vitoria, Zornotza y Baiona.

En representación de la afición y del ciclismo vascos, el Athletic ha designado para recibir las insignias del 125 aniversario a dos de los ciclistas más destacados en Euskadi: Marino Lejarreta y Joane Somarriba. “Son dos de los exponentes más relevantes del ciclismo vasco y, en reconocimiento a una afición extraordinaria, recibirán sus correspondientes insignias en el palco de San Mamés en la previa del partido frente al Celta”, resalta la entidad que preside Uriarte.

El Athletic agrega que rinde de esta manera homenaje a una afición ciclista vasca “que ha demostrado allá por donde ha viajado y, sobre todo, en su propia tierra, un amor incondicional por el ciclismo y un comportamiento ejemplar en las carreras. La deportividad y el entusiasmo con los que, desde siempre, han animado a corredores sin importar el equipo o la clasificación son dignos de admiración y proyectan valores positivos con los que se identifica nuestra entidad”.

Recalca la entidad rojiblanca que la hinchada ciclista vasca “representa a la perfección los valores del Athletic, compartiendo de forma incondicional los sentimientos de identidad y pertenencia”. La relación del Athletic con el ciclismo viene de lejos. El propio club de fútbol llegó a contar con un equipo ciclista formado oficialmente en 1924, que existió hasta finales de la década de los años veinte, y que llegó a competir en las pruebas más importantes del calendario vasco.

Marino Lejarreta (1957), ‘El Junco de Berriz’, sobresalió como escalador y logró 52 triunfos a lo largo de su carrera profesional entre los años 1979 y 1992. En su palmarés figuran victorias como la general de la Vuelta’82 y triunfos parciales en las tres grandes: cinco en la ronda española, dos en el Giro y una en el Tour, además de conquistar en tres ocasiones la Clásica San Sebastián. El 18 de agosto de 1992, antes de un encuentro amistoso ante el Bayern de Múnich, fue homenajeado por el Athletic en San Mamés. Más allá de su excelente palmarés, Marino es uno de los ciclistas más queridos por la afición vasca. Su gran clase y su condición de escalador nato enfervorecían a los cientos de incondicionales que se apiñaban en las calzadas. Compartió generación con otros referentes de la época y que también levantaron pasiones, como Julián Gorospe o Fede Etxabe.

Joane Somarriba (1972) es la mejor ciclista vasca de la historia y una de las mejores de todos los tiempos. Ganó tres veces el Tour (2000, 2001 y 2003), dos el Giro (1999 y 2000) y una el Campeonato del Mundo Contrarreloj (2002). Se convirtió en un referente absoluto del ciclismo internacional y contribuyó de manera decisiva al crecimiento del ciclismo femenino en Euskal Herria. El 29 de octubre de 2003, en los prolegómenos de un encuentro de Liga entre el Athletic y el Málaga, realizó el saque de honor en San Mamés junto con Igor Astarloa, que semanas antes se había proclamado campeón del mundo en ruta en Canadá. “Esta proclamación como embajadores del mes de mayo es un tributo a todos ellos y a sus compañeros y compañeras de profesión no nombrados, pero, especialmente, a los miles y miles de personas anónimas que los han animado en las carreras. Una metáfora de lo que nos une, en el campo y la carretera, pero también fuera de ellas”, finaliza el Athletic.

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