Mallorca

La afición de Son Moix se harta

Pitos para el equipo y el entrenador en Son Moix donde aún no se conoce la victoria

@RCD_Mallorca

El ambiente en el Estadio de Son Moix se está enrareciendo a medida que pasan las jornadas. Tras siete partidos disputados como local, el Real Mallorca aún no sabe lo que es ganar ante sus seguidores. El equipo bermellón solo ha conseguido un triunfo en quince jornadas y ha marcado un gol en los seis últimos partidos.

Con estos números, el aficionado mallorquinista ya se ha dejado oír y han empezado los primeros pitos, broncas e insultos para el equipo y el entrenador, un Javier Aguirre que parece haber tocado fondo y que no parece dar con la tecla.

Curiosamente, el último rival fue el deportivo Alavés, dirigido por Luis García Plaza, extécnico mallorquinista que dejó un cariño especial con el equipo y con la afición y que fue recibido y despedido con aplausos, ovación y hasta regalos. Hace casi dos años, Luis García fue destituido en la isla tras una mala racha de resultados y fue Aguirre el que salvó al equipo.

Tras la bronca de Son Moix, el mexicano afirmó que “el público es soberano, llevo unos sesenta partidos por aquí de los que treinta habrán sido en casa y una bronca de treinta no está mal, pero la gente puede hacer lo que quiera, paga y tiene todos el derecho de insultarme, silbarme o de hacer lo que quiera”.

Por su parte, paradojas del fútbol, Luis García Plaza fue agasajado y se emocionó: “este cariño que me han demostrado saben que es mutuo y que quitando cuando juguemos en Vitoria contra ellos, cada vez que ganan me alegro y el que no lo entiende, no lo entenderá, pero que llegues a un estadio como visitante y te aplaudan, es algo que te emociona y te gusta y además como es recíproco, me emociono. Siempre, siempre, siempre demostraré cariño hacia el Mallorca”.

Hay que recordar que cuando se marchó, Luis García manifestó que “el día que me necesiten, que me silben, y vendré nadando”.

El equipo mallorquinista ha desaprovechado dos partidos consecutivos en casa ante rivales como Cádiz y Alavés con objetivos similares y en ambos casos no ha pasado del empate. Ahora jugará un tercer partido consecutivo como local ante un Sevilla a solo dos puntos en la clasificación para después visitar al colista Almería que aún no sabe lo que es ganar. En caso de no aprovechar tampoco estas dos citas, el banquillo bermellón puede estar en peligro para Javier Aguirre.

Antes habrá compromiso con la Copa en tierras navarras ante el Valle de Egüés.

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