La afición cumple con los abonos y en las gradas de El Molinón

El Sporting ha tenido un mal comienzo de campeonato sobre el césped, pero el club no puede quejarse del rendimiento de la afición en el inicio de la temporada. En toda la historia de la entidad rojiblanca, nunca se había dado la circunstancia de un comienzo la liga con dos partidos seguidos en El Molinón y, pese a disputarse además en pleno mes de agosto, la respuesta de los seguidores sportinguistas ha sido extraordinaria y ha superado todas las expectativas tanto en la campaña de abonados como en la asistencia al estadio.

De entrada, el Sporting cierra el viernes esa campaña de abonados y lo hará muy por encima de las previsiones. El objetivo inicial era repetir al menos la cifra de socios del último ejercicio, es decir, los 20.136 que apuntó el presidente ejecutivo David Guerra en la presentación de la campaña. A tres días para cerrar el período de altas, la entidad rojiblanca supera los 22.100 que anunció el club el pasado jueves y confiaban los rectores rojiblancos en acercarse a los 23.000 en los últimos días.

De cualquier modo, el club está en más de 2.000 abonados por encima de aquel objetivo inicial. El Sporting ha vuelto a las cifras de socios de antes de la pandemia en aquellos años que fueron, por otro lado, los mejores de la historia en número de abonados llegando a alcanzar los 24.402 en la campaña 2017-18, justo después de último descenso a Segunda.

Como consecuencia del buen registro de abonados, la afluencia de espectadores a El Molinón en esos dos primeros partidos se dejó notar de forma sobresaliente. Porque el estadio gijonés registró más de 23.000 aficionados (23.319) en las gradas en el estreno liguero, con la visita del Levante, y cerca de 21.000 (20.890) el pasado sábado cuando pasó por Gijón el Eldense.

El Molinón ha sido el único de los estadios principales y de mayor capacidad de Segunda que ha acogido los dos partidos de las primeras jornadas; incluso algunos no se han estrenado aún, como La Romareda --en obras-- o el Carlos Tartiere. Por tanto, hay que poner en perspectiva cualquier comparación con otros recintos, pero es seguro que el estadio rojiblanco es uno de los tres que han superado la cifra de 20.000 espectadores en esas primeras jornadas. Los otros son La Rosaleda (26.066) y Riazor (25.715).

De cualquier modo, el incremento de público en el municipal gijonés es notable respecto a las últimas campañas; sobre todo respecto a la pasada. El debut liguero entonces fue en Valladolid el 20 de agosto y el estreno en casa se produjo a la semana siguiente ante el Mirandés, con 18.394 espectadores, es decir, casi 5.000 menos que en el pasado debut. El segundo partido en Gijón fue frente al Burgos, que atrajo a 16.890 aficionados, 4.000 seguidores menos. Por tanto, si hablamos de promedio, el Sporting ha comenzado con 22.105 asientos cubiertos en las dos primeras jornadas, por los 17.642 de hace un año. En resumen y a la vista de estos datos, el Sporting ha ganado casi 4.500 aficionados en El Molinón.

Sin duda, la ilusión generada por la disputa del último playoff de ascenso, las expectativas creadas con la llegada de Rubén Albés al banquillo rojiblanco y los fichajes al inicio de la pretemporada son las causas de la subida de la fiebre sportinguista. La afición está cumpliendo y ahora espera que cumpla el club dotando precisamente a Albés de los refuerzos que necesita para subir el nivel el equipo, como dice el técnico gallego.

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