REAL SOCIEDAD

Kubo: “No podía fallar más porque estaba al borde de que la gente no me quisiese”

El atacante japonés está cumpliendo el reto que se puso a principios de temporada: tenía que aprovechar la oportunidad de la Real para destacar en la élite. De momento, suma nueve goles y cuatro asistencias.

ANDER GILLENEAAFP

Takefusa Kubo está aprovechando la oportunidad de la Real Sociedad. Se había marcado el objetivo de agarrarse al último tren para destacar en élite que salía de San Sebastián, y lo está cumpliendo a rajatabla, hasta el punto de que atraviesa por su mejor momento en nuestro país. De momento, suma nueve goles y cuatro asistencias, con la curiosidad de que cuando marca la Real no pierde, estadísticas que le están llevando a ser un jugador clave para que los donostiarras disputen la Champions League la próxima temporada. Kubo no puede estar más feliz, porque se está cumpliendo todo lo que soñaba cuando llegó a la Real. “Yo quería que, tanto a nivel individual como colectivo, ocurriese lo que nos está pasando, pero no estaba con tanta confianza para estar preocupado del equipo, porque tenía que conseguir ser titular en un equipo con mucha competencia, no podía fallar más porque sabía que estaba al borde de que la gente no me quisiese. Ahora estoy muy contento de que la gente me quiera tanto”

Pero todo tiene un inicio y para el japonés fue nada más comenzar la temporada. “Uno de los momentos claves fue el primer partido. Después de los que había jugado en pretemporada, tenía dudas de si mi nombre iba a estar en el once inicial y, cuando lo vi, pensé que tenía que recompensar esa titularidad, que no me la había ganado del todo, tenía que demostrarla en el campo. Por suerte, pude meter un gol y mi vida futbolística cambió un poco”, conflesa.

Kubo intentaba explicar el golazo que marcó contra el Almería y que sirvió para que los donostiarras ganaran y mantuvieran la distancia de cinco puntos con el Villarreal, una jugada que suele ensayar en los entrenamientos. ”En los entrenos me suele salir el disparo al palo largo, colocado, no muy fuerte, con la potencia justa, y algún día tenía que meter un gol así en un partido. La primera que tuve, tras recortar para dentro, pegó en las piernas de un rival, y la segunda ya tenía decidido que la iba a tirar al palo largo. Creo que estuve muy tranquilo ahí, pude ver bien al defensa, le amagué un poquito con el disparo, seguí y entró bien luego”, explica.

Ahora bien, el japonés no se relaja y se exige mucho más, porque cree que aún puede dar más. “Estoy muy contento de que un gran míster como Imanol vea que mi techo está más allá del partido ante el Almería. Yo estoy contento, aunque no haya hecho un partido de 10, el gol sirvió para que el equipo ganase y, además, tuve algunas acciones más para haber hecho el segundo para nosotros”. Y habla de la manera de entrenar como clave para la gran temporada que están completando. “Tenéis la mala suerte de no poder ver los entrenos, a mí me gustaría que la gente viese el nivel de exigencia que hay en los entrenamientos de la Real”, señala.

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