Karrikaburu vuelve a ser el objetivo

Jon Karrikaburu es a Mikel Martija lo que Kylian Mbappé a Florentino Pérez. Da igual las veces que les digan que no, que tienen tan claro que es su fichaje estratégico que siguen, inasequibles al desaliento, esperando que la pieza se ponga de nuevo a tiro. Y el director deportivo racinguista, que ya sabe que la Real Sociedad va a volver a ceder al futbolista de Elizondo, está de nuevo en marcha. Intentó su contratación el verano pasado, pero el cuadro de Anoeta dudó y prefirió no sacarlo, volvió a la carga en el mercado invernal, y ahí fue el jugador el que prefirió la opción del Leganés, pero Martija no es rencoroso. No es, desde luego, en ningún aspecto, Chuti Molina, que se tomó el no de Villalibre, el hoy héroe del ascenso del Alavés, como una cuestión personal e hizo un juramento a lo Escarlata O’Hara: “Mientras yo esté en este club, Villalibre no jugará en el Racing”. La de Martija, casi, podría ser (no la ha verbalizado, pero hablan sus actos): “Mientras yo siga en este club, seguiré intentando que Karrikaburu juegue en el Racing”.

Jon Karrikaburu cautivó a Mikel Martija, que es de Lasarte, apenas a 400 metros de Zubieta, la ciudad deportiva realista, a lo largo de su paso por el Juvenil de la Real y, sobre todo, en la campaña que hizo en Segunda, con 18 años, en el Sanse a las órdenes de Xabi Alonso y en la que acabó con 11 goles. El futbolista, que cumplirá 21 años el próximo 19 de septiembre, eligió el Leganés frente al Racing en enero porque, después del doloroso descenso del Sanse, prefería pelear por un ascenso (que era el objetivo de los pepineros) que por eludir el descenso con los santanderinos. Curiosamente, el Racing acabó por delante del Leganés en la clasificación final y a Karrikaburu le costó hacerse con el puesto de titular, mientras que el futbolista que contrató Martija tras su no, Roko Baturina, acabó siendo uno de los héroes de la permanencia.

Tanto Jon como su agencia, Bahía Internacional, valoran la perseverancia y el cariño que les están demostrando el Racing y Martija, pero lo cierto es que hay cola de equipos de Segunda llamando a su puerta y las limitaciones del Racing, tanto de disponibilidad como de límite salarial, no le van a permitir hacer la mejor propuesta económica de las que va a recibir Karrikaburu este verano. La operación no parece fácil, pero podría ser la guinda del equipo para José Alberto.

En estos instantes el Racing tiene dos delanteros con contrato en vigor, Matheus Aias y Cedric, ambos con dos temporadas por delante, y está intentando renovar la cesión de Roko Baturina (o ficharle libre si consigue la carta de libertad del Ferencvaros). Si salieran las ansiadas operaciones con el croata y con el navarro, lo que tiene claro José Alberto es que no quiere repetir la situación de la segunda vuelta del año pasado en la que se juntó con cuatro delanteros centros. Fue una complicación a la hora de los entrenamientos, contó casi únicamente con dos de ellos, Baturina y Matheus, mientras que la aportación de Sekou Gassama fue marginal y anecdótica la de Cedric. Para el próximo curso quiere solo tres nueves.