R. MADRID - S. BRAGA | JORGE MENDONÇA

Jorge Mendonça: “Aquel Braga veía muy lejos al Real Madrid”

Mendonça (85 años) militó en el Braga de 1956-57. Ídolo en el Atlético de Madrid. Discriminado en Barça y Mallorca y apuntado con una escopeta por ser Testigo de Jehová.

INMA FLORESDIARIO AS

Jorge Alberto de Mendonça Paulino (Luanda, África Occidental Portuguesa, 19 de septiembre de 1938). Nació allí porque su padre, meteorólogo de profesión, fue a trabajar al observatorio.

-¿Qué recuerda de su infancia?

-Que jugábamos al fútbol en cualquier parte donde hubiese un poco de terreno. Poníamos dos piedras como porterías y ¡a jugar!

-Comenzó a jugar en el Sporting de Luanda...

-Sí, recuerdo que todo era muy humilde. El club lo fundó mi padre y jugábamos los hermanos. Allí fue donde me hice la lesión de la rodilla derecha. Un día, hice una travesura y mi madre se enfadó. Salió detrás de mí con la zapatilla, salí corriendo y, al saltar por encima de la cama, me di con la rodilla en el borde y me caí. Me produje una lesión, osteocondritis, que poco a poco se fue agravando.

-Su familia regresó después a Portugal.

-En Lisboa vivíamos en una zona entre el campo del Sporting y del Benfica. Todos los días, mi padre veía que yo salía de casa bien pero que regresaba cojeando, y decidió que había que consultar a un especialista. Como dos de mis hermanos estaban en el Sporting de Portugal, fuimos al médico del equipo. El Sporting quería que me operasen y que yo pasase a pertenecer al club, que ellos me pagaban la operación. Cuando me operaron yo tendría 13 años. El médico que me intervino me dijo que debía estar un año con un tratamiento y sin jugar al futbol. Me dijo ‘Jorge, el balón es tu enemigo. Me recuperé y empecé a jugar con una rodillera. A partir de ahí siempre jugué con una rodillera. La gente pensaba que era por superstición, pero no.

-¿Cómo llegan a Braga?

-Teníamos la carta de libertad. Mi padre era nuestro agente. Nuestra idea era jugar los hermanos juntos, y como teníamos un conocido en Braga, allí que fuimos. Tuve que esperar a cumplir los 18 años para poder ser profesional. Me faltaban dos meses. Allí coincidimos jugando los tres hermanos. Fernando, Juan y yo.

-¿Cómo era aquel Sporting de Braga?

Nada que ver con ahora. El Braga estaba en Segunda División. El material del que disponíamos era todo muy modesto. Las botas eran rígidas, sin apenas flexibilidad. Y los balones, cuando llovía, te apartabas para no darles con la cabeza porque no sabes lo que dolía. Jugábamos en el estadio Primero de Mayo, que es donde juega ahora el Sporting de Braga B. Se trataba de subir a Primera y lo conseguimos.

-¿Qué noticias tenían del Real Madrid entonces?

-El Braga veía al Madrid muy lejos. Nosotros en Segunda y ellos ganando todas las primeras Copas de Europa. Imagínese. Di Stéfano, Gento, Kopa, Rial, Puskas...

Le conocí en el Fabril, antes de que ficháramos por Madrid y Atlético”

Amancio

-Al acabar la temporada le ficha el Deportivo.

-Fue para las últimas seis jornadas. El Depor estaba en Segunda, a punto de bajar. Ganamos cinco partidos y empatamos el último. El Depor se salvó. En aquella época es cuando conocí a Amancio, que estaba en el Fabril, el filial del Deportivo. El mismo gallego que nos pidió ir a jugar al Deportivo nos dijo: “Venir que tenemos a un chico que tiene un futuro enorme. Fuimos a verle y era Amancio. Nos conocimos antes de que nos fichara el Madrid y el Atleti. Tendríamos 17 o 18 años. Después tuvimos muy buena amistad en Madrid.

Javier Hernández y Jorge Mendonça. INMA FLORESDIARIO AS

-Y llega el Atlético.

-Estando en el Deportivo apareció el entrenador del Atlético, Fernando Daucik, para verme jugar. Daucik tenía el pelo muy blanco y para que no le reconociesen se puso un sombrero hasta las orejas. Aún así le reconocieron. Ahí empezaron las negociaciones.

-En el Atleti, ya sí, se enfrenta a Di Stéfano, Gento, Puskas, Marquitos...

-El Madrid tenía un equipazo. Es curioso, porque con el tiempo llegamos a jugar juntos Di Stéfano, Puskas y yo en un torneo que se hacía de comunidades. Jugamos con la Selección de Madrid. Llegamos a la final contra la Selección Andaluza y les dimos un repaso tremendo. Al día siguiente salió una foto en los periódicos que decía: ¿Cuánto valdría este tarío?

-Grandes derbis aquellos, porque el Atleti también tenía un equipo fenomenal…

Sí, estaban Collar, Ufarte, Adelardo, Peiró, Luis Aragonés… Buenos derbis, sí.

-De aquellos derbis, ¿qué le impresionaba más?

-La defensa del Madrid era muy buena. Tenían a Santamaría, que era un baluarte. Era muy inteligente. Él no me marcaba directamente, mandaba a otro que me marcase y él se quedaba esperando para cuando yo salía del regate.

Para mí nunca fue tan bueno como Pelé. Le dieron mucha publicidad”

Di Stéfano

-¿Y Di Stéfano?

-Para mí nunca fue tan bueno como Pelé. Era muy bueno, sí, pero le dieron mucha publicidad.

-Anécdotas de los derbis…

-Recuerdo que Puskas tenía un pie pequeño, parecía el de un niño. Pegaba al balón con cualquier superficie del pie y lo enviaba a donde él quería. Otra anécdota fue cuando fallé un penalti en el Bernabéu. El portero era Juan Alonso y cuando nos cruzábamos luego por la Gran Vía él se quedaba mirándome riéndose y yo le decía, “el siguiente te lo marco, no fallo”. Éramos rivales, pero nos llevábamos bien. ¡La cantidad de veces que yo habré ido al Bernabéu al bar de los veteranos del Real Madrid! Tenía allí muchos amigos.

-Pocas personas, como usted, han jugado contra Pelé y Di Stéfano, ha visto jugar a Cruyff, a Maradona, a Messi. ¿Cuál es el mejor jugador que vio en un campo de fútbol?

Pelé. Sin duda. Era el más completo de todos. Y después Bobby Charlton. Bobby era un fuera de serie.

-La última gran aparición en LaLiga es la de Bellingham...

-Es muy inteligente. Juega bien, pero es muy inteligente y tiene un sexto sentido para el gol. Cuando un balón está perdido en el área aparece él y la mete. Puede jugar donde quiera. Lleva el dorsal 5, pero juega de 10, de 9... Sus compañeros, hasta Vinicius, cuando tienen el balón están buscando a Bellingham.

A mí me llamaban negro hasta los rivales, pero eso va en el menú”

Vinicius

-¿Qué le parece Vinicius?

Es muy bueno. Muy peligroso para el rival.

-¿Qué opina de la problemática con Vinicius? ¿Es perseguido por ser negro?

-Yo también sufrí esos problemas. Y más graves. También me llamaban negro, pero no hacía caso. Eso va en el menú. Lo mejor es no hacer caso, pero Vinicius enseguida se enfrentó al público y lo que no se debe hacer nunca es enfrentarse a la afición, la pones en tu contra. Ese es el error. Un jugador no se puede encarar al público, te tienes que aguantar. Tú eres futbolista y los insultos van en el menú.

-¿Es España un país racista?

-No lo creo.

-A lo largo de su carrera usted vivió episodios discriminatorios de todo tipo, por nacionalidad, por el color de su piel y por religión.

-Por nacionalidad porque no me dejaron jugar la Copa en mi primer año en el Atleti, y la ganó el equipo. Entonces a los extranjeros no se les permitía jugar la Copa del Generalísimo. Si podíamos jugar en Liga, pero no en Copa.

-También por ser negro...

-No me insultaba sólo el público, sino también los propios jugadores. Para desmoralizarme me decían, “anda, vete de aquí que eres negro”. Yo me reía y cuando les marcaba un gol me tocaba el brazo y les decía, “mira, mira mi piel”.

-Y por motivos religiosos, porque usted era Testigo de Jehová y tuvo problemas en el Barça y en el Mallorca...

-Sí, era otra historia. Yo me hice Testigo de Jehová en Barcelona. Al poco, en 1968, entró un nuevo presidente, Narcís de Carreras, que era íntimo amigo del obispo de la Seu de Urgell, que tenía mucha influencia en el Barcelona. Prohibieron al entrenador, Artigas, que me alineara si yo no renunciaba a ser Testigo de Jehová. Lo veían intolerable. Nunca cedí al chantaje. Ser Testigo de Jehová es lo mejor que me ha pasado en mi vida. Entonces, Narcís de Carreras llegó a un acuerdo con su amigo Guillermo Ginard, presidente del Mallorca, y me traspasó gratis.

-¿Y en Mallorca también sufrió esa persecución?

-Sí, sí. En una ocasión me quisieron disparar y en otra me llevaron detenido.

-Cuente, cuente.

-Fue en Algaida. Habíamos ido a predicar. Íbamos entregando el mensaje por las casas y, en una ocasión, me abrió la puerta una señora y enseguida vino el marido con una escopeta y me dijo: “Tienes tres segundos para irte o te pego un tiro”. Salí disparado y uno de mis compañeros me decía: “¡Jorge, Jorge! ¿Dónde vas Jorge?”. No corrí más rápido ni cuando jugaba al fútbol. Luego fuimos a otra casa y estábamos igualmente entregando el mensaje a una mujer, cuando de repente un Guardia Civil se puso a mi lado. Me llevaron al cuartel. Cuando estábamos en el puesto de guardia y tenían que rellenar mi ficha, el que escribía me preguntó el nombre. “Jorge Mendonça”, le dije. “¡Cómo! ¡Cómo dice que se llama! Jorge Mendonça. ¿Es usted el futbolista?”, me dijo. El guardia civil dejó de tomar nota y de repente improvisamos una tertulia hablando todos de fútbol...

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