Izan Merino pide sitio

Sergio Pellicer comentó, en la rueda de prensa previa al partido contra el Elche que haría rotaciones en lo sucesivo a causa de las apreturas que va a ofrecer el calendario con partidos de Copa o entre semana. “Que esté todo el mundo preparado porque el once del otro día no se va a repetir muchas veces”. Contra los ilicitanos puso el mismo once de las veces anteriores. La derrota por 0-3 no influyó en su decisión de hacer “rotaciones, que no cambios”. Pellicer dixit.

Contra el Deportivo el Riazor, el técnico introdujo cinco novedades. Gabilondo, Pastor, Víctor García, Larrubia y Baturina por Puga, Galilea, Dani Sánchez, Rahmani y Dioni. Tras el descanso cambió a uno de sus intocables, Manu Molina, por Izan Merino. Una sustitución que llamó la atención porque el onubense, sin hacer su mejor partido, no estaba jugando mal.

Izan no desentonó. Al contrario. Revitalizó el centro del campo y estuvo en todas partes. Tan pronto se le veía en un costado defendiendo a Yeramay, el jugador que hace más regates en el fútbol profesional como intentando el disparo desde fuera del área a los 76′ minutos de juego, Helton hizo una parada colosal que impidió un gol que parecía cantado.

En lo que llevamos de temporada Izan jugó siete minutos contra el Ferrol y tres ante el Huesca. Pueden parecer pocos minutos. Pero Sergio Pellicer siempre dice que en los partidos da mucha importancia a la foto final. Y en esos dos casos los minutos finales tenían una importancia extraordinaria porque ninguno de esos dos partidos estaba cerrado. Es decir. Izan Merino no salió a cubrir el expediente en ‘minutos de la basura’, Tenía una gran responsabilidad y su trabajo ayudó para que el Málaga amarrase el punto de A Malata y tres contra los oscenses.

En esta ocasión Izan salió tras el descanso en lugar de uno de los pesos pesados del equipo a quien Pellicer también pretende ir dosificando, pensando en lo que se avecina. Y tomó la valiente decisión de poner a un chaval de 17 años y ante 21.458 espectadores. Una misión de máxima responsabilidad.

Sus 45 minutos fueron de muy buen nivel. Durante 21 minutos se juntaron sobre el tapete tres ‘babys’. Izan Merino tiene 18 años (15-4-2006); Antoñito Cordero (14-11-2006) y Aarón Ochoa (18-4-2007) andan por los 17. Algo muy poco (por no decir nada) visto en el fútbol profesional. Ningún equipo de Primera o Segunda tiene el valor de juntar a tres ‘teenagers’ entre los once elegidos, aunque sea de manera parcial. Esta situación excepcional la está convirtiendo el Málaga en hábito.

Un favorito para la afición

Resulta llamativo comprobar que, en las redes sociales, si se pone el nombre de Izan Merino aparecen comentarios de muchas personas que piden que tenga más minutos y protagonismo en el once inicial porque le tienen como uno de sus favoritos. Generalmente suele haber dudas cuando un entrenador lanza al ruedo a un chico menor de 20 años. En el Málaga es, al contrario. Mérito del Pellicer.

Más allá de que tiene un nivel futbolístico descomunal y un futuro extraordinario la afición del Málaga agradece que haya renovado hasta 2027 a pesar de que el Real Madrid apretó hasta el final. El entrenador le dio un gran poder e Izan Merino asume la gran responsabilidad que eso conlleva.

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