Wilson, el goleador del Newcastle al que el fútbol le salvó de prisión

Callum Wilson (31 años, Coventry) está en estado de gracia, como todo el Newcastle que está disparado hacia la Champions. El delantero inglés lleva cinco goles en los últimos tres partidos. 15 tantos en toda esta temporada con Las Urracas. Unos números que recuerdan a los de su consagración en el Bournemouth, en su espectacular carta de presentación en la Premier.

Wilson es un delantero que se ha hecho un hueco en la élite a base de mucho trabajo. En sus inicios se destapó en el kickboxer y aunque se le daba bien, se tiró por el balón. En el equipo de ‘casa’, el Coventry se hinchó a meter goles. Luego vino el Bournemouth antes de dar el salto al Newcastle en 2020 a cambio de 22M€. En el Bournemouth lidió con los sinsabores de dos duras lesiones de rodilla casi consecutivas que pusieron su vida deportiva en duda, pero salió a flote. “Lloré mucho”. Wilson siempre se ha manejado bien en ambientes hostiles. Criado en Radford, un suburbio de Coventry, fue difícil no cruzar muchas veces la delgada línea de la ilegalidad. “Había un montón de chicos en la calle. Era como una familia, muchos hogares rotos. Muchos de ellos eran mayores y se metían en problemas. Traté de copiarlos, encajar y ser genial”, confesó hace unos años en una entrevista en The Times.

El atacante inglés no lo ha tenido fácil. Jugaba partidillos con gente humilde del barrio aunque tenía claro salir de ese ambiente cuanto antes: “Pensé que no quiero esto. Quiero el fútbol como mi trabajo, pero parecía tan lejano que nunca sucedería”. Muchos de sus amigos de aquella época están en la cárcel. “Todavía hablo con los que puedo, algunos están haciendo otras cosas, algunos están en prisión. El fútbol me ayudó a escapar”, admite Wilson.

Súper suplente

En el Newcastle, teórico suplente de Isak, se ha sabido adaptar a su rol secundario sin problemas: “La mentalidad era lo principal. Tienes que tener una buena mentalidad como delantero incluso después de marcar dos goles a mitad de semana y luego estar en el banquillo. Entré, anoté un par de goles, simplemente frustrado por no lograr el triplete para mí”, afirmó este domingo tras el partido ante el Southampton. Ahora a sus 31 años está en el mejor momento de su carrera. Y no se pone límites: “Con suerte el hat-trick llega la próxima semana, todo lo que sé hacer es poner la pelota en la red”.

Pero no siempre estuvo encaminado a ser futbolista. “Tenía 15 años e iba a clubes nocturnos con estos muchachos que eran mucho mayores. Llegué al punto en que tenía partidos un sábado pero salía el viernes por la noche. Uno de los muchachos tenía una carrera en el baloncesto y jugaba para Coventry Crusaders, pero no llegó a buen término porque estaba consumiendo drogas”.

“Un tipo un día me dijo: ‘Callum, ¿qué estás haciendo? Tienes la oportunidad de jugar al fútbol. Estos chicos tienen 25 años y no están haciendo nada con sus vidas”, explicó en The Times. Fue cuando hizo clic. Durante la adolescencia, Wilson pasó gran parte de ese tiempo jugando al fútbol, borracho y fumando hierba. Pero consiguió enderezar su vida. Y conseguir su sueño: “Siempre quise jugar en la Premier League”.