Un regalo para Pochettino

Papá Noel sobrevoló Stamford Bridge durante el Boxing Day y, aunque por momentos pareció pasar de largo, este decidió dejar un regalo de última hora en el feudo de los blues. La derrota en Wolverhampton el día de Nochebuena (2-1) hizo que los pocos cimientos construidos por Mauricio Pochettino en el oeste empezasen a tambalearse de verdad, pero los agónicos tres puntos logrados ante el Crystal Palace (2-1) vuelven a insuflar algo de tranquilidad y confianza a un Chelsea que no sabe ganar sin sufrimiento.

Ahora sí, Stamford Bridge, donde los blues encadenan tres victorias consecutivas en Premier League y cuatro en total (Brighton, Sheffield United, Newcastle y Crystal Palace), empieza a parecerse al fortín de antaño. Mykhailo Mudryk acercó el triunfo, pero no fue hasta el último minuto del choque, en el que Noni Madueke convirtió el penalti que él mismo había provocado, cuando los aficionados blues pudieron celebrar y respirar tranquilos. La situación del Chelsea es mejor que la del equipo de Roy Hodgson, que suma ocho partidos de Premier League sin ganar y se acerca peligrosamente al descenso, pero aún se espera mucho más de un equipo plagado de estrellas.

Corre, Muydrk, corre

El arranque de partido del Crystal Palace fue mejor que el de los blues, pero los pupilos de Mauricio Pochettino tuvieron, por fin, más puntería que el rival. A la primera no fue la vencida, ya que el gran pase de Mykhailo Mudryk y la definición posterior de Ian Maatsen la terminó repeliendo la zaga visitante sobre la línea, pero sí la segunda.

Malo Gusto inauguró la jugada del 1-0 con un reverso de mucha calidad y terminó asistiendo al extremo ucraniano con un pase de la muerte en el interior del área. La profundidad de la zaga local, esta vez formada por al menos un lateral puro, y las diagonales constantes de Mykhailo Mudryk desde la banda izquierda dieron mucha profundidad al Chelsea durante los primeros 45 minutos. El propio ‘10′ local, tras estrenar el marcador en el 14′, tuvo en sus botas el 2-0 con una carrera al espacio y mano a mano que sacó magistralmente Dean Henderson.

El gol dio tranquilidad al Chelsea. Demasiada, quizás. Y es que Mauricio Pochettino terminó lamentando las ocasiones desperdiciadas por los suyos cuando, en el tiempo de descuento, Michael Olise igualó el encuentro tras un desbarajuste defensivo, otro más, de la zaga blue.

Sin sufrir no sería el Chelsea

El Crystal no se rendiría tan fácilmente y empezó dando la misma guerra del primer tiempo en los compases iniciales del segundo. Mientras que la primera titularidad de Christopher Nkunku no dotó a los blues de mayor puntería en los primeros 45 minutos, el debut de Roméo Lavia tampoco dio más empaque al Chelsea en la medular. Mauricio Pochettino perdió a Mykhailo Mudryk por unas molestias en el tobillo, y también los nervios. Especialmente, con Nicolas Jackson.

El ex del Villarreal falló un mano a mano con todo a favor tras un gran pase de Conor Gallagher. El senegalés se lamentaba dentro de la portería, pero es que en la siguiente jugada y a falta de 15 minutos para el final, en la que esta vez el balón sí entró, el que habría sido su octavo tanto en el curso liguero tampoco subió al marcador al ser anulado por fuera de juego.

El regalo final para el técnico argentino llegó en forma de penalti. Muy claro, de hecho. Aunque el colegiado no pitó en primera instancia la falta de Eberechi Eze sobre Noni Madueke, este sí lo hizo tras revisar la jugada en la pantalla. Con Cole Palmer, habitual lanzador, en la grada al estar cumpliendo ciclo de amarillas, el propio extremo inglés y canterano de los eagles fue el encargado de asumir la responsabilidad y dar una alegría a su afición. El 2-1 subió al luminoso en el minuto 90 y los tres puntos se quedaron en Stamford Bridge.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todas las claves deportivas del día.