COPPA ITALIA | INTER 1-BOLONIA 2
Thiago Motta y Zirkzee eliminan al Inter
El Bolonia remontó en San Siro con una actuación espectacular del punta, que saltó al campo justo antes de la prórroga, y se clasificó a los cuartos de Copa italiana.
El Bolonia de Thiago Motta no deja de sorprender. Tras un comienzo de temporada en la Serie A espectacular, que le colocó en la zona Champions, los rossoblú eliminaron al Inter en los octavos de la Copa italiana, con una remontada inolvidable (1-2) en San Siro. Los nerazzurri abandonan así el trofeo que ganaron en las dos últimas temporadas, fallando por primera vez una eliminatoria copera desde la llegada de Inzaghi.
Los dos conjuntos empezaron el encuentro haciendo rotaciones. El técnico local dejó en el banquillo a Barella, Thuram, Dimarco, Pavard y Mkhitaryan, Motta dio descanso a Ndoye y Zirkzee, que luego fueron dos revulsivos decisivos. Los milaneses tuvieron su mejor momento en la primera parte, cuando hicieron méritos para adelantarse y desperdiciaron varias ocasiones.
A los nerazzurri les faltaron puntería y suerte, y se toparon varias veces con los grandes reflejos del portero Ravaglia. Arnautovic comenzó la segunda parte fallando otra vez ante el guardameta rival, no aprovechando un error de Aebischer, y Lautaro tampoco tuvo una gran noche. En el 63′ el árbitro, con la ayuda del VAR, concedió un penalti por una mano de Corazza en un córner, pero Ravaglia neutralizó el lanzamiento del Toro.
Después de su error, Inzaghi tiró de banquillo: saltaron al campo los titulares habituales Barella, Thuram y Dimarco, pero el asalto final no tuvo éxito. Se llegó así a la prórroga, que comenzó con un gol que el Inter había merecido. Lo marcó con Carlos Augusto, que cabeceó a la red un córner de Dimarco. Fue la última buena noticia del partido de los interisti.
Lautaro asustó San Siro con un dolor en la ingle que lo obligó a salir del campo, y Zirkzee, que había entrado en el 85′, lideró la remontada de los felsinei. El holandés propició los dos goles: en el 112′ asistió con un taconazo en un saque de esquina a Beukema y, cuatro minutos después, encaró la defensa rival y le entregó el balón del 1-2 a Ndoye, que lo materializó con una vaselina. El Meazza, donde fue campeón como futbolista, le regaló a Thiago Motta también una de las mejores noches de una carrera de entrenador que acaba de empezar. Y promete cada vez mejor.
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