Superpesadilla para Cristiano

Ajeno a los mandamientos futbolísticos, Cristiano Ronaldo no dudó en tocar la Supercopa de Arabia Saudí cuando Al Hilal, flamante campeón de Liga y Copa el pasado año, y Al Nassr, saltaban al Estadio Prince Sultan bin Abdul Aziz de la ciudad saudí de Abha, donde el portugués pasó del sueño a la pesadilla. Otra más ante la que parece ser su bestia negra. Su segunda temporada completa en el país asiático comienza, entonces, como acabó, con Al Hilal exhibiendo su incontenible puño de hierro en una final y con el crack de Madeira cariacontecido y desesperado, visiblemente en cólera con sus compañeros, a los que no tuvo reparos en acusar de adormilarse en el primer día subrayado en rojo en el calendario, un derbi de Riad con el primer título en juego del año.

Al Nassr no consiguió ganar ni un partido oficial ante los de Jorge Jesus la pasada temporada, con un saldo desfavorable de cuatro derrotas y un empate. Únicamente logró sobreponerse a la que parece ser su kryptonita en agosto pasado, en los albores del comienzo de la temporada, cuando ganó en la prórroga la Copa de Campeones Árabes. Un título organizado por la asociación de clubes de fútbol árabes (AFA) pero sin el reconocimiento de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC). Así, Cristiano buscaba su primera conquista oficial en suelo saudí. Rozó el objetivo durante 55′, pero acabó escurriéndosele entre las manos. Cumplió con su parte, desprecintando el marcador al empujar con una inestimable dosis de fortuna un número mágico, adornado con una serie interminable de bicicletas, de Ghareeb. Por fin batía a Bono y doblegaba a Al Hilal. Pero del sueño se pasó a la pesadilla en apenas 15 minutos fatídicos.

Laporte, al que ronda el Real Madrid, erró en una salida de balón al que sacó filo Milinkovic-Savic tras tirar una pared con su compatriota Mitrovic y batir a Bento. El centrocampista serbio cambió el partido mientras la inusitada solidez que exhibía Al Nassr respecto a la pasada temporada se borraba de un plumazo. Al Hilal navegó entonces con soltura en ese mar de dudas, con Mitrovic asestando la dentellada definitiva, doble.

Ocho minutos después del 1-1, hizo el 2-1 con un cabezazo en el segundo palo libre de marca a pase de Neves y en el 69′ embocó a bocajarro un pase atrás de Malcom después de que Milinkovic-Savic enhebrara una pase filtrado de precisión milimétrica y lo dejara solo en el interior del área. Malcom se encargó poco después de descubrir las vergüenzas del nuevo y único fichaje de Al Nassr para volver a abrir el debate en la portería del conjunto de Riad. Seguro hasta ese momento, Bento se embarulló en un control en área propia y regaló el 1-4 al brasileño. Al Hilal, así, sigue siendo el supercampeón, dominando, con cinco trofeos en su palmarés, la vitrina de una competición que sube el telón de la temporada.

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