Su majestad Kang-In Lee
El atacante del PSG acaba con la resistencia de Bahréin con un doblete magistral que encumbra a Corea del Sur como una de las candidatas al título.
Kang-In Lee (22 años) es el nuevo rey del fútbol asiático. La joven estrella del PSG, pese a su temprana edad, genera una locura poco vista hasta entonces. Con Son Heung-Min por encima de la treintena, Kang-In Lee se ha ganado el corazón de los aficionados surcoreanos con goles reservados para los más grandes. Todo se derrite allí por donde pasa Kang-In Lee.
Ante Bahréin demostró que es un futbolista superlativo. Kang-In Lee sacó la varita e hizo magia. Primero con un soberbio lanzamiento lejano con su pierna izquierda, cargado de rosca y de intención (2-1, minuto 56). Golazo que recordaba a los que muchas veces le hemos visto al más grande de todos los tiempos (un tal Messi). Y después cerró su magistral doblete, con una jugada individual con dribbling y definición letal con la izquierda (3-1, 67′). Otro guiño al argentino.
El caso de Kang-In Lee es más que curioso. De los fichajes de relumbrón que hizo este verano el PSG: Kolo Muani, Ugarte, Ousmane Dembélé, Lucas, Gonçalo Ramos, Skriniar, Asensio... quizá el que pasó más desapercibido fue el de Kang-In Lee (22 años). Y hasta el momento es el que más está aportando. El surcoreano llegó a París tras demostrar en el Mallorca lo que no le dejaron en el Valencia. Y con talento y mucho trabajo Kang-In Lee se ha ganado un hueco en el PSG y en Luis Enrique, que le tiene una consideración bárbara. No es para menos. Kang-In Lee es su nuevo Messi. Para el PSG es una auténtica mina. Ser el rostro más reconocible en Corea del Sur y todo el mercado asiático tiene sus réditos económicos para los parisinos... y si no que se lo pregunten a la manufacturas de camisetas.
Todo lo que toca Kang-In Lee lo convierte en oro, como esta Corea del Sur. En la pasada Copa de Asia (2019), los surcoreanos mantuvieron el maleficio y cayeron en la final ante Qatar, ese mismo año un joven Kang- In Lee brillaba en el Mundial Sub-20 con el Balón de Oro a mejor jugador. El pichichi fue para un tal Erling Braut Haaland y el guante de Oro para Lunin. Una promesa que cuatro años después es más que una realidad. El Valencia supo ver su talento, pero no cuidarlo y ahora lo disfruta y mucho, el PSG. Y la afición surcoreana.
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