Sin Mbappé, no hay fiesta

Sin Kylian Mbappé, capitán y buque insignia de esta generación, la selección francesa se estrelló en Islandia, donde empató 2-2, y no pudo certificar matemáticamente su billete hacia el próximo Mundial. La ausencia del jugador del Real Madrid fue determinante, a pesar de que Nkunku y Mateta, ambos goleadores, compensaron el endeble nivel defensivo de un combinado que ofrece más dudas que certezas en los últimos coletazos de la era Deschamps.

Francia volvió a traslucir, habitual con un seleccionador escéptico al cambio, una parsimonia peligrosa a menos de un año del Mundial. Islandia, con pocos mimbres, le llegó a sacar los colores por momentos en el primer tiempo, encontrando su premio en una falta lateral que remató Palsson ante la pasividad gala. Falta de ideas, la subcampeona del mundo generó su primera gran oportunidad antes del descanso, en un disparo a bocajarro de Mateta que sacó un defensa en la línea.

Los de Deschamps, liderados por un activo Camavinga, de menos a más, reaccionaron tras el descanso. Nkunku recordó al futbolista que maravilló en Leipzig con un disparo cruzado que supuso el empate. Y, después, Mateta se estrenó con la tricolor, aprovechando un gran servicio de Akliouche.

Pero fue tal la zozobra francesa que, nada más sacar de centro, volvió a descuidarse. Upamecano y Saliba salieron de zona, olvidaron a sus marcas e Islandia, en su único acercamiento en la segunda mitad, empató por medio de Hlynsson. El 2-2, que no era tan mal resultado para Francia, sí por las sensaciones y por lo poco ofrecido en ataque, evita que Les Bleus certifiquen, en el presente parón internacional, su billete al próximo Mundial. En noviembre, ante Ucrania y Azerbaiyán, deberá lograrlo.

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