Shankland arruina la fiesta de Kvaratskhelia

Shankland no estaba invitado a la fiesta de Kvaratskhelia, pero aún así apareció para aguársela. Cuando todo hacía presagiar la victoria de una Georgia, que por merecimientos, debería haberse llevado los tres puntos, (con doblete de su estrella incluido), apareció el delantero escocés para poner la igualada en el 93′. Los de Clarke aún pueden aspirar al liderato, aunque necesitan ganar su último encuentro y que España pierda. Para Georgia, en cambio, todo suma para prepararse para la repesca a la Eurocopa que disputará por ser campeón de la Liga C de la Nations League, además de poder pasar a Noruega en la clasificación de grupo, pero por prestigio.

El partido fue una oda al fútbol de Kvaratskhelia. El delantero es tan bueno sobre el campo como seguro para una contraseña de WiFi y desde el inicio plasmó sus intenciones. En muchas ocasiones buscando la jugada individual, encarando, dando continuidad a las jugadas de ataque de los de Sagnol y marcando. El primer tanto de Georgia vino después de una jugada al primer toque, culminada con un lanzamiento en plancha del jugador del Nápoles, para adelantarse a Clark y batirle con pierna derecha. La primera parte dio para mucho más y siempre con un factor común: Kvaratskhelia. Los locales pudieron poner tierra de por medio en una ocasión de Shengelia, tras asistencia de su estrella, pero en esta ocasión Clark estuvo atento para desbaratar la ocasión. Escocia estaba desbordada, a merced de su rival y sin opción real de parar al del Nápoles, que dio el susto en dos ocasiones tras sendas entradas. Escocia despertó de su letargo en la reanudación. Nada como marcar nada más salir del vestuario. McTominay había pasado desapercibido durante la primera parte y en la primera que tuvo la mandó a la jaula. Una jugada que mostró las carencias de los georgianos, inoperantes en defensa, con estatua incluida de un Mamardashvili que no pasa por su mejor momento.

Como todo buen héroe, Kvaratskhelia, en el peor momento de los suyos, volvió a aparecer. En el Nápoles se ganó el apodo de Kvaradona (por Maradona) y ante Escocia volvió a vestirse del astro argentino. Habían pasado escasos minutos del gol visitante, cuando el 7 cogió la pelota en banda izquierda, tiró la diagonal y con un fuerte disparo batió a Clark para poner el segundo. Letal. Escocia lo intentó entonces sin suerte, ante un Mamardashvili que mejoró sus prestaciones con un par de buenas intervenciones. El ambiente en la grada era de fiesta total, hasta que en el 93′, Shankland saltó más que nadie en un envío de Armstrong, para mandar la pelota a la red con un fuerte cabezazo, y empañar así la fiesta de Kvaratskhelia.

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