Se diluye el efecto Emery

No era a priori el partido más atractivo de la jornada pero el Aston Villa-Leicester atrajo toda la atención en una primera parte vertiginosa y una segunda, puro estilo Premier. No se vio el mejor fútbol que se puede ver pero ambos equipos tienen mil problemas defensivos por lo que los goles no podían faltar. Cuatro partidos sin perder llevaba en Premier el Aston Villa de Emery pero ante el Leicester se dejó remontar en casa un 2-1 que puede marcar su temporada.

Dio primero el Aston Villa. Watkins fue más listo que la defensa visitante y aprovechó un balón suelto en el área, tras un larguerazo de Buendia. Es una bendición el argentino para Emery. No tuvo mucho tiempo el Villa para celebrarlo, ya que Kamara se dejó robar la cartera dentro del área y Maddison ponía las tablas momentáneas. Ya hemos dicho que los defensas no tuvieron su mejor día. Souttar, uno de los más destacados del pasado Mundial, debutaba con el Leicester y lo hizo de la peor manera. En su afán de despejar desviaba el balón hacia su portería. Nada pudo hacer Ward.

Pero el Leicester lleva toda la temporada jugando con la soga al cuello y sabe, mejor que nadie, gestionar la presión. En cuatro minutos dio la vuelta al marcador. Iheanacho remataba sólo un centro perfecto de Barnes, y luego filtraba un pase al desmarque de Tete, que se estrena con gol en su debut en la Premier. No era el Dibu de los milagros.

Coutinho, animador

Emery movió el banquillo en busca de un plus y lo consiguió. Coutinho y Alex Moreno cambiaron la cara de los villanos. Se volcaron insistentemente sobre la portería de los de Rodgers pero no tuvieron puntería y eso en Premier es una condena. Tras varios tramos de acoso, con gol anulado por fuera de juego al ex del Barça incluido, Praet mataba el partido en una contra vertiginosa. Tres puntos que son gloria para el Leicester. Mientras, el Aston Villa se queda en tierra de nadie.