Rodri zanja el debate

Namibia, Uganda, Finlandia, Albania... Sus razones tenían para votar a Rodri como mejor jugador del mundo en el Balón de Oro. Muchas, de hecho. El tiempo lo demuestra. La caída estrepitosa del Manchester City desde que perdió al mediocentro español lo justifica.

Con él, el conjunto de Guardiola era un equipo imbatible y, sin él, está sumido en la mediocridad. La derrota en Anfield deja a los de Guardiola a 11 puntos de Liverpool, el líder. Cualquier parecido entre el City de Rodri y el City sin Rodri es pura coincidencia. No tienen nada que ver.

El madrileño se lesionó en la jornada 5, ante el Arsenal, cuando el City iba por delante en el marcador. Un minuto después de irse del campo igualó el choque el cuadro londinense. Aquel partido concluyó finalmente 2-2, ya sin él. Fueron los primeros puntos que volaron.

En ese momento, el City iba líder de la Premier y aventajaba en tres puntos al Liverpool. Pero todo cambió. La ausencia del español desfiguró al equipo de Guardiola y lo de después ha sido una hecatombe.

Por primera vez en su carrera, Pep suma siete partidos sin ganar y cinco derrotas consecutivas en la Premier. Todo ello ha hecho que se desvanezcan sus opciones de conquistar la liga inglesa. En la Champions las cosas también se han torcido del todo y no es segura su presencia en el Top-8.

El Balón de Oro premió la relevancia de un futbolista que es el más influyente del mundo en la actualidad. Ya lo fue la temporada pasada cuando estuvo tres partidos sancionado, los tres resueltos con derrota para el City. Fue un primer boceto de lo que estaba por venir. Lo de ahora. El derrumbe de un equipo campeón que sin Rodri parece uno más.

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