Regreso fallido de Benzema

Mes y medio después, Karim Benzema volvió a aparecer en el once inicial de Al Ittihad. Un regreso agridulce. Desde aquel lejano 26 de diciembre, cuando Al Nassr de Cristiano Ronaldo endosó al actual campeón una manita (5-3), no se había vuelto a vestir de corto el francés. Entre medias, discusiones con Nuno Espírito Santo y la posterior destitución del técnico portugués, espantada a los entrenamientos tras quedarse atrapado en sus vacaciones navideñas en Islas Mauricio y una amenaza de marcha fallida. 54 días después, Marcelo Gallardo, con quien se reconcilió en la previa del encuentro en un gesto de ambos en beneficio colectivo, volvió a colocarlo al Gato como mascarón de proa de unos Tigres con necesidad imperante de victoria.

No ya por revalidar la corona nacional, si no por no despedirse definitivamente de la Champions League asiática. Algo que sería considerado como un sonrojo para uno de los miembros del Big Four de la Liga Profesional Saudí, el selecto grupo nutrido económicamente por el Fondo de Inversión Pública del país para mejorar la reputación del campeonato y del país. Con otros tres puntos, los segundos sumados de forma consecutiva y que parecen dar carpetazo a la crisis del conjunto de Yeda, Al Ittihad no escala clasificatoriamente pero sí aprovecha los pinchazos de Al Taawon (1-1, ante el Abha) y Al Ahli (3-2, frente al Al Akhdoud) para recortar puntos con la tercera posición, la última que otorga billete continental.

El equipo repitió la fórmula que le ha permitido vivir sin agobios sin el francés. Romarinho como capataz ofensivo y Hamdallah como martillo pilón, con Kanté y Fabinho poniéndole el cinturón al centro del campo. De la constelación de estrellas, solo faltaron Luiz Felipe, lesionado, y Jota Neves, más fuera que dentro del equipo y cuyo rango apunta a ser de Mohammed Salah la próxima campaña. El Muñeco Gallardo se excusó una y otra vez en superponer el colectivo a Benzema, a pesar de la indiscutible jerarquía del pasado Balón de Oro, para justificar su mano dura. Y la práctica ha dado razón a su teoría. Hay vida sin Karim.

Sin él, han sido dos victorias y un empate. El último, ante el Navbahor uzbeko en la ida de los octavos de final de la Champions asiática, competición de la que Benzema fue excluido por orden de Gallardo como toque de atención. Volvió Benzema pero Hamdallah nunca se ha ido. El partido marcado en rojo en el calendario de Al Ittihad como lanzadera de despegue para la segunda fase de la temporada tuvo más del marroquí que del francés, que, eso sí, dejó pinceladas para la galería en su ‘rentrée’.

Una colección de paredes, amagos y tres ocasiones en las que mostró que debe afinar el olfato. Hamdallah, eso sí, le dio la bienvenida con un golazo con el copyright del francés. Control, media vuelta y golpeo con la derecha al palo largo. Entre medias, orden y mando de un Al Ittihad que viajó a la victoria con el piloto automática y susto final incluido y en el que el marroquí puso la guinda con un gol sobre la bocina desde su campo, a portería vacía, firmando su particular doblete.