Reacción de campeón del Arsenal

Hubo un estallido de júbilo en el Emirates Stadium en el último suspiro. A última hora, sobrepasando el tiempo de descuento, Reiss Nelson recogió un rechace al borde del área y disparo duro. A la red. Remontada cumplida. Trabajo hecho. Tres puntos más que les mantienen al frente de la clasificación con una renta relativamente cómoda. Todo lo cómodo que pueda ser tener al Manchester City cinco puntos por detrás.

Toda planificación de Mikel Arteta se fue al traste a los diez segundos. El Bournemouth sacó de centro y marcó el segundo gol más rápido en la historia de la Premier League. Dango Ouattara colgó el balón desde la derecha y Philip Billing se lo encontró en el área antes de enviarlo a la red. La tarde en el norte de Londres empezó con susto para los gunners. Los cherries, en zona de descenso, no tuvieron vergüenza alguna en desentenderse de la pelota y acumular hombres en defensa.

La batalla por la posesión la tenían perdida de antemano, pero sus esfuerzos defensivos mantuvo la esperanza durante gran parte del encuentro. El Arsenal no entró en pánico. Movió el esférico alrededor del área rival con paciencia. Algún hueco debía aparecer en algún momento. Pero los espacios los dejaron los locales atrás, y Ouattara estuvo a punto de doblar la ventaja visitante. Aaron Ramsey salió de su meta para ganar el mano a mano después de un contraataque veloz del Bournemouth.

Tras la reanudación, los gunners mantuvieron la calma. Hasta el minuto 56. Entonces perdieron los estribos cuando Marcos Senesi entró con todo al primer palo para rematar un córner y hacer el 0-2. Necesitaba espabilar el Arsenal. Y vaya si lo hizo. Thomas Partey redujo la distancia en el marcador solos siete minutos después. Arteta se la jugó retirando a Emile Smith Rowe para dar entrada a Nelson, que terminó cambiando la cara al partido. Segundos después de su ingreso en el encuentro centró una pelota que Ben White remató en el segundo palo. Neto, el meta del Bournemouth, sacó la pelota de dentro de la portería, cuando ya había rebasado la línea de gol. El Arsenal jugó entonces contra el equipo contrario y contra el reloj. Apurándolo. Hasta el último instante. Entonces cantó victoria.