Rashford, solución de urgencia

El Wolverhampton Wanderers arrancó 2022 con una victoria en Old Trafford. Octavo clasificado y acechando los puestos europeos. Una posición conocida, habitual. Tras años de progresión llegó uno de recesión. Cayeron al décimo puesto con un registro de solo un triunfo en las diez últimas jornadas ligueras.

Hubo poca renovación del vestuario durante el mercado estival, y un pésimo inicio de campaña forzó cambios en el banquillo. Julen Lopetegui ha recogido al equipo de Molineux en puestos de descenso, pese a la victoria frente al Everton en su debut. El sábado puso en apuros al Manchester United, pero su esfuerzo no encontró recompensa. Un golpe de Rashford bastó para mantenerlos a raya, por debajo de la que delimita los puestos de descenso.

Erik Ten Hag ha superado los primeros tropiezos del curso con autoridad. Encontrando la respuesta a cada pregunta que le arrojaba la temporada. La más reciente, tras la marcha de Cristiano y el fichaje de Gakpo por el Liverpool, apunta a un vacío en la delantera. Falta un goleador. Casemiro quiso postularse al puesto con un cabezazo en un saque de esquina a los seis minutos que sacó José Sá. El meta portugués desbarató las principales ocasiones del primer tiempo. Ganando un mano a mano a Antony y otro a Garnacho. El argentino tuvo chispa, y amenazó con crear incendios a espaldas de los defensas rivales.

Pero fue sustituido al descanso. Y el Manchester United lo echó en falta. El segundo tiempo fue tan igualado como el primero, pero ambos equipos se bloquearon al alcanzar la frontal del área rival. Solo Neves con un libre directo hizo trabajar a De Gea. Marcus Rashford empezó el encuentro en el banquillo, castigado por una falta indisciplinaria. Tal y como explicó el propio jugador al final del partido, se durmió y llegó tarde a la charla anterior al partido, por lo que aceptó la decisión de Ten Hag.

El inglés entró por Garnacho. Se redimió cuando los red devils necesitaron alguien que prendiese la mecha. En el minuto 76 arrancó desde la izquierda, se apoyó en Fernandes y se plantó en la frontal del área pequeña para batir a Sá. El perdón a través de una solución de urgencia. Marcó nuevamente diez minutos más tarde, de rebote y con la mano. El tanto fue anulado y el Wolves echó el resto, aunque no bastó para morder a los mancunianos.