Ranieri: “¿Totti? Por el amor de Dios, ¿por qué no?”

Claudio Ranieri ha despertado en la Roma la ilusión de que todo lo que ha salido mal hasta ahora tiene arreglo. El técnico, tercero de este curso tras De Rossi y Juric, fue acogido en el aeropuerto por cientos de tifosi, como si se tratase de un fichaje estelar, y regresa al club de sus amores con la intención de devolverle serenidad a un equipo que no tiene desde hace meses. El italiano, en rueda de prensa, habló con su habitual franqueza: “Había dejado los banquillos y tuve más llamadas ahora respecto a cuando gané la Premier con el Leicester. Le dije a todos que no y solo podía regresar en dos casos: Roma y Cagliari. El destino quiso que comenzara aquí y que terminaré aquí como entrenador y directivo”.

Friedkin: “Me ha dejado con la boca abierta por las palabras que utilizó y por el cariño que le tiene a esta ciudad y a este club. Me ha dicho que sabe que se ha gastado mucho dinero sin conseguir hacer lo que quería. Espero cumplir mi deber, ahora me toca a mí”.

Juego: “Ya no hay un sistema único, no sería honesto anunciar qué dibujo utilizaré. No es cuestión de dibujos, es de jugadores: quiero ver que escupan sangre en el campo, que nunca se rindan, también cuando las cosas van mal. Soy tifoso, antes que entrenador. Una vez ganaba 3-0 en Génova y perdí 4-3. Entré en el vestuario y dije: ‘señores, adiós’. Necesitamos apoyo de nuestros hinchas, jugar en casa con pitos es lo más difícil del mundo”.

Acuerdo: “En el contrato puse todos los objetivos posibles. Hay dificultades, pero soy una persona positiva”.

Totti: “Ahora lo que cuenta es recuperar al equipo, luego se hablará con Francesco. Por el amor de Dios, ¿por qué no? Si nos puede echar una mano, veremos, yo no me cierro a nada, pero esto no significa que Francesco regresará”.

Directiva: “Lo importante es el vestuario. Menos gente veo, mejor es. En Italia entiendo que es necesario el presidente, pero los dueños extranjeros hablan muy poco. A Abramovich solo le veía en el avión...”.

Regreso de De Rossi: “De momento soy el entrenador y no pienso en otra cosa, no quiero ilusionar a nadie. Ahora es mi trabajo, luego veremos”.

Dybala: “Hubo un presidente que me dijo ‘si juega este futbolista, usted se va’. Le contesté que debía declararlo él, pero que si un futbolista está en mi plantilla, yo elijo al que quiero. Al final jugó, y me mandaron a mi casa, pero yo puedo mirarme en el espejo. Paulo es de otra categoría, hablaré con él y gestionaremos, no puede jugar siempre. Recordó que una vez le felicité por un gol que había marcado contra mi Sampdoria”.

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