Rafaela Pimenta: “En el metaverso podría vender a Haaland por 2.000€”

Rafaela Pimenta, agente de Erling Haaland, Esther González y Misa Rodríguez, entre otros, ha tratado en The Guardian varios temas, entre ellos, el del noruego y su futuro precio y también acerca de lo ocurrido con Rubiales y la figura de la mujer en la sociedad. Ha hablado, además, con cariño de su representado Paul Pogba y ha recordado a su mentor, Mino Raiola. La licenciada en derecho ya estuvo en el Santiago Bernabéu el pasado encuentro entre Real Madrid y Rayo Vallecano y causó mucho revuelo.

Haaland

La brasileña ha sido cuestionada sobre el ariete del Manchester City y no ha dudado en elogiarlo: “Es increíble, con los pies en la tierra. Es muy consciente de quién es y de lo que representa. No se engaña. Nunca vi en él esos cambios negativos que traen la fama y la fortuna. Sólo tiene 23 años pero es tan maduro, tan profundo, tan tranquilo. Y le encanta comer”.

Además, cree firmemente que Haaland llegará a valer 1.000 millones: “No estoy diciendo que una tarifa de transferencia alcanzaría esta cantidad. Me refiero a todo el paquete que generas a lo largo de tu carrera. Hoy puedes jugar hasta los 35. Piensa en el salario, las tasas de transferencia, los ingresos por retransmisiones, los patrocinadores, la venta de entradas, las camisetas. Con un jugador como Erling, la cifra llega a mil millones”.

La abogada va más allá y se imagina a su cliente en el mundo virtual: “En el metaverso, tal vez venda un Erling Haaland digital por 2.000 euros a 100 millones de personas en India, China, Brasil y México. Quizás lleguemos a un punto en el que viva un partido de fútbol con gafas, lo que me provocará las mismas emociones que si estuviera allí. Realmente te estás volviendo 3D con la experiencia virtual. Así que tal vez vendamos la experiencia del partido de fútbol, no sólo a las emisoras, sino a personas individuales que nunca podrán permitirse o encontrar la entrada al Bernabéu o al Etihad. Pueden experimentar el juego como si estuvieran allí. Entonces, cuando digo mil millones estoy usando multiplicadores más allá de lo físico”.

Pogba

Pimenta convenció a Raiola para que el francés costara más que Bale: “Las tarifas de transferencia también siguen aumentando. Cuando Paul Pogba fue transferido de nuevo al Manchester United le dije a Mino: ‘Necesitamos fijar la tarifa de Bale más un euro’. Mino dijo ‘¿Por qué?’ y dije: ‘Para que podamos batir el récord mundial de Jonathan Barnett (agente del galés) con Bale. Tiene que ser sólo 1 euro más que Bale’. Al final fue más”.

La brasileña apoya al 100% al galo por su suspensión, con quien tiene muy buena relación: “Estamos trabajando en una apelación, pero, como abogada, soy la primera en creer que si algo necesita discutirse a nivel legal, debe quedarse ahí. Pero siempre tengo esperanza. Siempre estaré ahí para Paul. Él es parte de mi vida y estoy agradecido por la forma en que me trató y siempre nos respetó. Es una gran persona que ha evolucionado mucho porque lo conocí cuando era niño. Ahora es padre y tiene tres hijos”.

Encontronazo con Sir Alex Ferguson

“No puedo llamar a eso una reunión, yo lo llamo un choque de trenes. Empezó mal, acabó mal. Sir Alex entró y estaba tan enojado que golpeó la mesa y nuestro té se derramó por todas partes. Estaba totalmente rojo. Mino estaba totalmente enojado. Fue un desastre”.

El papel de la mujer y el ‘beso’ de Rubiales a Jenni Hermoso

“Hace unos años una mujer escribía un libro y usaba el nombre de un hombre. De lo contrario, no la publicaban. Muchas mujeres participaron en importantes inventos científicos y nunca se atribuyeron el mérito. Es realmente impactante. Pero también es impactante ver eso todavía hoy. Para hacerte oír como mujer tienes que demostrar tu valía mucho más que los hombres, todo el tiempo. Si te enojas, eres una zorra. Si reaccionas, estás exagerando porque eres una mujer emocional. Si quieres ser un líder, eres demasiado ambicioso, frío y duro. Para un chico está bien ser así. Estamos en una industria donde no hay igualdad. Mire lo que pasó con el Mundial femenino. ¿Que demonios fue eso? ¿Cómo puede alguien esperar salirse con la suya?¿Cómo puede alguien apoyarlo? Tal vez una persona esté fuera de sí, pero, si se toma en cuenta el tiempo que tardó en suceder algo, es porque todo el sistema no está unido para condenar eso”.

Pimenta habló con Misa y Esther sobre lo ocurrido: “Hablé mucho con ellas porque era preocupante ver cómo se sentían. Fue muy triste ver lo duro que lucharon, lo lejos que llegaron, lo difícil que es ser mujer en el fútbol. Su logro se vio ensombrecido por el abuso. Hablo muchos idiomas, así que leo mucho sobre todo el mundo y vi que hay algunas personas que todavía piensan: ‘Mira a esta chica, que reacciona exageradamente. Fue sólo un besito. Ella lo quería’. Hay mucho por hacer, pero el fútbol es un arma. Es un arma para el cambio”.

Mino Raiola

Su primer encuentro no fue fácil. Raiola solicitó información a Pimenta sobre la ley brasileña (era profesora de derecho en São Paulo) y el italiano la desesperó: “Mino estaba frente a mí, fumando como una chimenea y usando un gran reloj rojo”, cuenta Pimenta. “Todo lo que le dijera sobre la ley él tendría una respuesta. Después de una hora dije: ‘Mira, si sabes tanto de la ley brasileña, haz lo que quieras. Adiós’. Estaba tan enojada que tuve que marcharme”. El agente transalpino la buscó después sin tener su teléfono ni redes sociales: “‘Eres la única que conocí que sabía lo que estaba haciendo. Si hago algo en Brasil, será sólo contigo’, me dijo Mino. Le contesté: ‘Qué lindo, Mino Raiola, pero no quiero hacer nada contigo’”.

Al final, formaron un gran equipo: “Mino y yo jugábamos en equipo todo el tiempo, diferentes roles, diferentes orígenes. En un mundo de hombres soy extranjera, mujer y brasileña, lo cual no ayuda. Hicimos mucho en Italia, donde había una clara percepción de que las mujeres brasileñas sólo venían a realizar trabajos relacionados con el sexo. Mino también era el extraño. Era un genio, pero nunca usaba traje y no era de modales y formalidades. Entendió que sólo él podía tener voz. Ya teníamos tantos desafíos que agregar la guinda del pastel ‘Oh, mira a la mujer que intenta hablar’ habría sido demasiado. Sólo nos preocupamos por hacer el trabajo”.

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