Pleno sin Mbappé

No hay rastro de Kylian Mbappé en París. Sin él, el PSG ha ganado todos los partidos esta temporada, todos en la Ligue 1, aunque lo que de verdad medirá el nivel del cuadro parisino es la Champions League, que arranca el miércoles contra el Girona. Los de Luis Enrique, con algún apuro, vencieron 3-1 al Brest, en un encuentro en el que Ousmane Dembélé se liberó con un doblete y Fabián Ruiz desatascó la contienda en el segundo tiempo con un remate espectacular a la escuadra.

Al PSG eso sí, le costó mucho encontrar portería, pese a que su primer tiempo, salvo el error puntual de Nuno Mendes, fue notable. Arrinconó al Brest con una presión exacerbada y gozó de oportunidades muy claras para haberse ido con ventaja al túnel de vestuarios.

Asensio, titular por tercer partido consecutivo, fue protagonista en varias acciones trascendentales. El balear, desatinado de cara a gol, perdonó un mano a mano con Bizot, enviando, con la derecha, un remate a las nubes. El Brest defendía con uñas y dientes, pero era incapaz de contemporizar las acometidas del PSG.

En medio del festival de Bizot, un muro bajo palos, el Brest encontró una odisea en el desierto. Un centro lateral sin aparente peligro terminó con un penalti a favor de los bretones. Nuno Mendes pisó a Ajorque, Turpin, colegiado del encuentro, no dudó y, desde los once metros, Del Castillo engañó a Donnarumma.

El silencio fue efímero, porque el PSG se redimió y encerró todavía más al Brest. Asensio volvió a perdonar, esta vez incluso de forma más flagrante, después de un pase de la muerte de Achraf que era idóneo para empujar a la red. El internacional español pudo reivindicarse, ya que, tras el error, sirvió un caramelo a Ousmane Dembélé que supuso el empate de los de Luis Enrique. El Mosquito, un jugador completamente nuevo, ya suma dos goles y tres asistencias en cuatro partidos. Números más que satisfactorios.

La salida de vestuarios nos dejó un partido completamente idéntico, con un PSG buscando con ahínco el gol de la victoria y con un Brest todavía más conservador que en el segundo tiempo. La mala suerte volvió a cebarse con Asensio, que marcó un fantástico gol tras un buen pase de Neves, pero fue anulado al encontrarse en posición antirreglamentaria.

Al PSG le dio por sentenciar en apenas dos minutos. Fabián Ruiz, que desde la Eurocopa es un mediocentro descomunal, reventó la red con un remate inapelable para Bizot. Nada más sacar de centro, Dembélé apareció como un obús, marcando su tercer gol de la temporada, el segundo de la noche, y poniéndole la puntilla a un Brest que tiró la toalla con el segundo gol de los parisinos.

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