París espera al Balón de Oro
El francés sigue renqueante de sus molestias y no ha vuelto a su mejor nivel. Tan solo acumula tres goles y tres asistencias en el inicio de temporada.
Ousmane Dembélé no ha terminado de ratificar el inusitado nivel que alcanzó durante la temporada pasada y que le valió para recibir el Balón de Oro y el premio The Best. El francés disputó 40 minutos contra el Flamengo en la final de la Intercontinental el 17 de diciembre y, aunque generó varias oportunidades, su falta de efectividad en la portería rival y un penalti fallado no tuvieron el impacto deseado para un jugador que batió todos sus registros goleadores durante la pasada campaña.
Acuciado por un año en el que el PSG ha disputado un sinfín de partidos, Dembélé ha comenzado renqueante la temporada. Más allá de su irregular rendimiento, acumulando ocho contribuciones de gol en 14 partidos, cuatro goles y cuatro asistencias, entre todas las competiciones, los problemas musculares han vuelto a condicionarle para volver a erigirse como el líder de un equipo en el que el colectivo está por encima de todo.
Dembélé sufrió una lesión en el isquiotibial en septiembre que derivó en una bronca entre el PSG y la Federación Francesa de Fútbol. En un encuentro con Francia, aquejado ya de unas molestias, el delantero sufrió un pinchazo y estuvo un mes de baja. Antes de recibir el Balón de Oro, el Mosquito sufrió otro percance, en las semifinales de la Nations League, que le impidió rendir al máximo nivel durante el Mundial de Clubes, a pesar de haber sido clave en los cuartos y en las semifinales contra el Bayern y el Real Madrid respectivamente.
Después, el staff médico del PSG fue imprudente y no calculó los tiempos de recuperación. Dembélé reapareció con un gol ante el Bayer Leverkusen el 21 de octubre, pero volvió a caer lesionado, el 4 de noviembre, en un encuentro de la Champions frente al Bayern. Luis Enrique aprendió la lección y decidió no arriesgar con el Balón de Oro, consciente de que en una temporada tan larga, sin apenas descanso, cualquier riesgo es sinónimo de enfermería.
Tras su regreso al verde, a Dembélé le apareció otro problema: un virus gripal hizo acto de presencia en el atacante francés y causó baja en la visita a San Mamés en la Champions y en el compromiso ante el Metz del 13 de diciembre. En la final de la Intercontinental, Dembouz fue suplente y, aunque su entrada aportó energía al PSG, la realidad es que sigue desatinado de cara a puerta y no cambió por completo el devenir del encuentro. En Francia preocupa el estado físico del exjugador del Barcelona, a pesar de que el año pasado, a estas alturas de la temporada, la situación era idéntica.
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Dembélé lidera el trámite
Dembélé llegó a diciembre con apenas cinco goles antes de liberarse por completo y protagonizar una ascensión sin parangón en su carrera deportiva. No paró de marcar goles, lideró al PSG a la primera Champions de su historia y acalló las críticas de un plumazo. Luis Enrique no está preocupado y, como ya hiciera durante el curso pasado, confía en que el Mosquito le de la vuelta a su rendimiento y que recupere la forma después de las vacaciones de Navidad.
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