Nueva exhibición de Brahim: doblete y triunfo

Adriano Galliani prometió a AS que no iba a mover ni un músculo “pase lo que pase en el campo” y este Milan-Monza se lo debe haber puesto muy difícil. Los rossoneri ganaron 4-1 un enfrentamiento muy intenso en el que volvió a brillar Brahim, decisivo para la victoria.

Pioli, pensando en la Champions, decidió salir de inicio sin varios pesos pesados (Tonali, Leao, Giroud) y, en la delantera, volvió a apostar de inicio por Brahim en lugar de De Ketelaere. El español, que hace dos jornadas tumbó a la Juve con un impresionante golazo, abrió la lata con una jugada muy parecida en el 16′. Recibió el balón en la mitad del campo y, con técnica y rapidez, llegó hasta el área, se deshizo de Antov y batió a Di Gregorio anticipándole con una estirada.

El Monza, en su histórico estreno en San Siro, honró la tarde especial de Berlusconi y Galliani, leyendas rossonere durante 31 años (el segundo estuvo en el palco, el primero no pudo dejar Roma por el primer día del gobierno Meloni) con una actuación positiva, rozando varias veces el empate que tuvo a un paso Carlos Augusto con un testarazo demasiado débil que neutralizó Tatarusanu.

Los rossoneri, entonces, golpearon otra vez con Brahim, que recibió un centro raso de Origi en el área, se giró y completó su doblete con un gran remate. Con estos, suma cuatro goles y una asistencia con menos de 570 minutos en el verde.

El malagueño se está ganando la confianza de Pioli, pero tuvo que parar en el arranque de la reanudación por molestias en el glúteo (el técnico, tras el encuentro, afirmó que no debería ser nada serio). Poco después, Origi alargó la ventaja con un latigazo desde la frontal que se coló por la escuadra (fue su primer tanto italiano), pero el Monza, en el 70′, recortó distancias con una gran falta de Filippo Ranocchia.

El Milan gestionó bien el 3-1 y sentenció en el 84′ con el revulsivo Leao, que aprovechó una asistencia de Theo y anotó su quinto tanto de este año. Los milanisti, entonces, celebraron una victoria tranquila, la cuarta consecutiva, gracias a la que alcanzan en la cima de la tabla al Nápoles, que este domingo visitará a la Roma. Ahora, a pensar en Zagreb.