Nico Paz, “de 0 a 100″: “Estar en los JJ OO sería un sueño, a ver si me deja el club...”

“De 0 a 100″. Al habla Nico Paz en DSports Radio . A sus 19 años, así resume el frenesí en que se convirtió su vida desde que Argentina le llamase a filas por primera vez. “Estaba en juveniles y de un día para el otro me llegó el llamado de la Selección. Luego subí al Castilla, que es otro fútbol. En un año estaba en el primer equipo, debuté y hasta hice un gol. Todavía estoy asimilando lo que me está pasando”. Nico, que ha alternado los galones de estrella, y pichichi (nueve goles), del Castilla con el papel de alumno adelantado de La Fábrica. En pretemporada, en Estados Unidos, encandiló a todos. Mejor dicho, siguió haciéndolo. Pero ha sido esta temporada cuando ha paladeado minutos (127′) con los mayores. Con ese tanto del que habla, salvador contra el Nápoles, como guinda. Con relevancia disparada, acaba de de firmar por Adidas como uno de sus emblemas del futuro. También lo será de Argentina. Y desde allí, convocado por Mascherano para la olímpica, ha radiografiado su presente, su pasado o por qué optó por la albiceleste en lugar de por España.

“Yo nací en España. Amo a los dos países, pero al final decidí representar a Argentina. Creo que es el país que más me representa, por cómo se vive el fútbol y por mi padre, que es un orgullo seguir sus pasos. Jugó Juegos Olímpicos y un Mundial. Un orgullo seguir sus pasos”, contextualiza. Porque Nico sigue los pasos de Pablo Paz. Mucho más ofensivo en su fútbol que su padre, central que fue plata en Atlanta 1996 y cuartofinalista en el Mundial de Francia 1998, con paso destacado por el Tenerife, donde nació el ahora castillista. Un papá con experiencia, que le marca el camino a seguir, pero sin trazárselo: “Es un consejero, ha vivido este mundo, sabe más que nadie. Pero me deja tranquilo, me deja decidir, que haga lo que sienta. No me incita a las decisiones, me deja libre”.

De otra elección, en este caso de Mascherano y el Real Madrid, depende el verano de Nico. Porque él tiene claro que anhela estar en París: “Vengo de más convocatorias, de unos cuantos partidos. La idea la tengo clara. Me siento bien con el estilo que tenemos dentro del campo. Sería un sueño para mí estar en los Juegos Olímpicos, me encantaría. Mi padre pudo jugarlo en Atlanta 96 y sería un sueño. Habrá que ver cómo termina la temporada, si me llama Masche y si me deja el club...”. Aunque no termina el sueño con viajar a la cita olímpica, también deslizó que le encantaría hacerlo con un futbolista en particular: “Que juegue Messi sería para cerrarlo todo. Dependerá si tiene ganas y el calendario, de cómo llegue. Para nosotros los chicos sería un sueño”. Y también apareció algún nombre más en la conversación: “Quitando a Messi, que es otro caso, me gustan mucho Di María y Dybala, que son zurdos como yo. Tienen mucha calidad y siempre me han gustado”.

“Fue increíble el Mundial, poder ver a Messi levantar el Mundial fue increíble. Lo viví de una manera extraña porque estábamos viendo el partido en un bus, casi todos los del Madrid, del Castilla, iban con Francia la mayoría y estaba pasándolo mal. Llegamos a Madrid en el descanso con el partido más o menos encarrilado y lo vi en la residencia con los demás chicos de la cantera, la mayoría iba con Francia y algunos con Argentina. Lo pasé mal, muchos nervios y Dios quiso que pudiéramos ganar”, señaló respecto a la final ante la Francia de Mbappé.

Su presente en el Real Madrid

Todo ello en clave futura e internacional, pero también tuvo palabras para su Real Madrid. “En el presente me fijo sobre todo en el primer equipo del Madrid. Desde que subí me sorprendieron (Luka) Modric, (Toni) Kroos, (Jude) Bellingham. Intento fijarme en lo que hacen para poder mejorar y aprovechar los consejos que me dan. Me ayudan mucho. Intento aprovecharlo. El Real Madrid para mí es el mejor club del mundo, reúne los mejores valores. Es un club difícil, porque siempre tiene que ganar, no hay otra opción. Estamos para mejorar día a día e intentar formar parte del fútbol profesional”, finalizó.