Nagelsmann contra la crisis

Julian Nagelsmann es consciente de que ha llegado la hora de la verdad. Después de un parón durante el que el técnico del Bayern de Múnich pudo analizar a fondo los motivos que provocaron una racha negativa de cuatro partidos consecutivos sin ganar, derrota incluida frente al Augsburgo en la última jornada, el míster siente la presión antes de recibir al Leverkusen. Todo lo que no sean tres puntos agravaría una crisis en la que el principal señalado es él. Y que tiene que revertir como sea.

“Creo que en general es importante cuestionar todo. Eso es esencial. Hay que asegurarse de dar los pasos adecuados. He analizado mucho, he vuelto a ver todos los partidos y he podido sacar muchas cosas sustanciales, las distancias, el aprovechamiento de las ocasiones, jugar con más claridad, eso es lo que hemos hablado hoy con el equipo. Estoy seguro de que nos servirá para hacer un buen partido”, fueron las palabras de Nagelsmann antes de medirse a otro equipo en crisis, el Leverkusen de Seoane que suma tan solo cinco puntos de sus primeras siete jornadas y se sitúa decimoquinto en la tabla.

Sin embargo, Nagelsmann solo pensó en la situación de su equipo. En su situación. “Me tomo muy en serio todas las críticas”, dijo después del runrún que surge cuando un equipo como el Bayern tropieza más veces de lo acostumbrado. “Mentiría si dijera que las dos últimas semanas me dejaron indiferente. Pero en el Bayern hay que sentir esa responsabilidad, aunque también es cierto que en las últimas semanas se ha mencionado demasiado mi nombre como responsable de todo”, subrayó.

Sobre las diferencias entre la Champions, donde su equipo es líder de grupo tras imponerse al Inter y al Barcelona, y la Bundesliga, donde se sitúa quinto a cinco puntos del Union líder, Nagelsmann agregó: “No creo que tengamos dos caras. Contra el Barcelona pudimos vernos atrás en el marcador pronto y entonces la cosa cambia. En nuestros partidos buenos simplemente marcamos pronto y eso nos sirvió como una especie de abrelatas”, concluyó. Se trata de una falta de pegada que Nagelsmann necesita recuperar en tiempo récord si no quiere ver peligrar su puesto de trabajo en el Allianz.