Mourinho delata a Zaniolo: “Lleva un mes pidiendo marcharse”

Mañana en el estadio Maradona tendrá lugar un Roma-Nápoles fundamental para el scudetto. Con una victoria, los azzurri reforzarían su liderato (marchan con 12 puntos de ventaja sobre el Milan y 13 sobre los romanos) ante un equipo que ha empezado muy bien el año. José Mourinho lo sabe y, entonces, en su rueda de prensa decidió meterle presión al amigo Luciano Spalletti: “Ya han ganado el scudetto con todo merecimiento, enhorabuena. Son un gran equipo con un gran técnico, tienen 12 puntos de ventaja y no hay clubes que puedan meterle miedo. El título ya es suyo”.

El portugués, que le dio las gracias a los periodistas por haberle felicitado anteayer por su cumpleaños (“Mi regalo para ustedes es el once: Rui, Zalewski y Spinazzola en las bandas, los tres defensas de siempre, Cristante y Matic con Pellegrini, Paulo y Abraham adelante”), también habló de mercado y del caso Zaniolo. El italiano rechazó la propuesta del Bournemouth, que puso sobre la mesa más de 30 millones de euros, y su entrenador explicó por qué volverá a dejarle fuera del equipo: “A mi pesar, parece que tenía razón, que se queda. Es desde hace un mes que el jugador dice que se quiere ir. Tras el Spezia he dado día libre y un entrenamiento opcional, todos los que no jugaron vinieron a trabajar y estos son los que queremos. Si un futbolista le dice a todo el mundo que no quiere vestir la camiseta de la Roma, debo decir que se queda a mi pesar. Lo que puedo decir hoy, es que Zaniolo no estará en Nápoles y me centro en los que sí estarán. No es su caso”. Será la tercera jugada consecutiva en la que el extremo faltará en la lista de convocados, y su situación se complica día tras día. La única propuesta que le convencía, la del Milan, estaba demasiado lejos de las pretensiones de la Roma (en torno a 10 millones menos de los que ofrecía el Bournemouth). Salvo enormes sorpresas en las últimas horas del mercado, Zaniolo se tendrá que quedar ante las críticas enormes de sus hinchas. Los tifosi ya no quieren verle pisar el césped del Olímpico.